El tiroides estimula la actividad metabólica, por eso cuando trabaja más lento puede provocar una gran variedad de síntomas: cansancio, aumento de peso, colesterol elevado, piel seca, estreñimiento...
Por suerte, el hipotiroidismo es un trastorno que se puede controlar fácilmente con el tratamiento farmacológico adecuado, aunque en un principio es necesario ajustar las dosis.
Causas de hipotiroidismo
El hipotiroidismo (glándula tiroides hipoactiva) aparece cuando el tiroides produce poca tiroxina (T4) y triyodotironina (T3).
Una baja producción de hormonas tiroideas puede estar provocada básicamente por dos motivos: porque hay una alteración de la propia glándula tiroidea (hipotiroidismo primario) o porque no está suficientemente estimulada por la TSH.
- La TSH está producida por la glándula del cerebro llamada pituitaria o hipófisis. Cuando los niveles de tiroides están bajos en el cuerpo, la glándula pituitaria produce más TSH. Y cuando los niveles de tiroides están altos, la glándula pituitaria produce menos TSH. Por tanto, unos niveles de TSH demasiado altos o bajos indican que la tiroides no está funcionando bien.
En España, el 95% de los casos de tiroides hipoactiva se deben a hipotiroidismo primario. Se calcula que afecta al 3,5% de las mujeres y a un 0,6% de los hombres, aunque su prevalencia se eleva al 11,6% en mujeres y al 3% en hombres cuando no hay síntomas.
- Normalmente, el hipotiroidismo primario empieza con una ligera disminución de la T4 que provoca un aumento de la TSH, lo cual se refleja en análisis de sangre. En este punto no suele haber síntomas (hipotiroidismo subclínico).
- Con el tiempo disminuye tanto la T4 como la T3 y persiste el aumento de la TSH. Son cambios graduales que van ralentizando el metabolismo basal hasta que aparecen los síntomas de fatiga, aumento de peso, estreñimiento...
Levotiroxina toda la vida
El tratamiento para el hipotiroidismo consiste básicamente en administrar la hormona tiroidea sintética levotiroxina. El fármaco se toma a diario y restaura los niveles de tiroxina o T4, revirtiendo los síntomas que provoca el hipotiroidismo.
Poco a poco la persona va notando mejoría: se pierde peso si se ha ganado sin motivo, aumenta la vitalidad, mejora el estreñimiento e incluso puede bajar el colesterol si ha aumentado a causa del hipotiroidismo.
Aunque el tratamiento con levotiroxina dura toda la vida, la dosis que necesitas puede cambiar.
Ajustar las dosis
Al principio puede resultar difícil saber la dosis que necesitas de levotiroxina. Para ello, el médico revisará el nivel de TSH al cabo de 6- 8 semanas y corregirá la dosis si es necesario.
Después se realizan analíticas de control generalmente cada 6 meses para comprobar que la cantidad que tomas de levotiroxina es la adecuada. Demasiadas hormonas pueden provocar aumento del apetito, insomnio, palpitaciones o temblores.
Pero si se utiliza en las dosis adecuadas, la levotiroxina no provoca efectos secundarios y sustituye de forma eficaz la falta de hormona tiroidea.
Es importante tomar el fármaco siempre, incluso aunque te encuentres mejor. Si dejas de hacerlo, los síntomas volverán a aparecer porque volverá a faltar hormona tiroidea.
Interacciones con otros fármacos
Los suplementos de hierro y de calcio o algunos antiácidos pueden dificultar la absorción de levotiroxina.
Consumir grandes cantidades de soja o mucha fibra también puede reducir su asimilación.
Lo ideal es tomar la levotiroxina en ayunas y esperar al menos una hora antes de comer. Si tomas té o café debes dejar pasar al menos dos horas porque sus taninos bloquean la absorción del medicamento ya que actúan como quelante.