Las piedras en el riñón, también conocidas como cálculos renales, son depósitos duros de minerales y sales que se forman dentro en los riñones y pueden afectar a cualquier parte del tracto urinario, desde los riñones hasta la vejiga.
El tamaño de las piedras puede variar, algunas son tan pequeños como un grano de arena y otras tan grandes como una pelota de golf.
El dolor en la parte baja de la espalda (que puede ser intenso), la sangre en la orina, las náuseas, los vómitos, la fiebre y los escalofríos son los síntomas más habituales de los cálculos renales y pueden ser más graves cuando las piedras son más grandes.
¿Por qué se forman las piedras en el riñón?
Las piedras en el riñón aparecen cuando hay un desequilibrio en la composición química de la orina, que hace que determinados minerales y sales se peguen y formen masas sólidas. Aunque pueden ocurrir a cualquier edad, son más habituales en personas de entre 30 y 60 años.
El riesgo de sufrir piedras en el riñón depende de diversos factores, como una tendencia familiar o unos hábitos de alimentación inadecuados, que facilitan la formación de arenilla o de verdaderas piedras.
- No todas las piedras son iguales. Están formadas en un 80% de oxalato y fosfato cálcico, en un 12% de estruvita (residuo de las infecciones), y en un 8% de ácido úrico.
La medicina natural te ayuda a tratar las piedras en el riñón si ya las tienes, y a prevenir su formación si tiendes a sufrirlas.
Suplementos para las piedras en el riñón
Además de las plantas medicinales que te recomendamos a continuación existen otros remedios que ayudan a deshacerse de las piedras o a prevenir su formación. Consulta siempre con tu médico la conveniencia o no de usar tanto unos como otros.
Toma nota de los siguientes suplementos que te ayudarán a deshacerte de las piedras o a prevenir su formación:
- Citrato de potasio. En caso de piedras de oxalato cálcico, este suplemento te ayudará a reducir la excreción de calcio a través de los riñones, y dificultar que se cristalice formando la piedra. Se utilizan de 200 a 400 mg al día, repartido en dos tomas.
- Citrato de magnesio. Reduce la acidez de la orina (que puede favorecer los cálculos), reduce la concentración de oxalato cálcico renal, y dificulta su cristalización, dilata los conductos de las vías renales, facilitan la expulsión de las piedras. La dosis empleada es de 300 a 400 mg al día, repartido en dos tomas.
- Vitamina B6. Es una vitamina esencial para el metabolismo adecuado del ácido úrico, y ayuda a reducir el exceso de oxalato urinario, responsable de formación de piedras. Se recomienda tomar de 10 a 50 mg de B6 al día. Tiene un papel muy importante en la prevención.
Y recuerda que se debe evitar el uso de plantas medicinales en caso de embarazo o lactancia, y en personas con insuficiencia renal.