La contaminación contribuye a que engordemos

La contaminación atmosférica aumenta nuestro riesgo de padecer numerosas enfermedades y no solo respiratorias. Además, las últimas investigaciones en España han comprobado una relación directa con el aumento de la obesidad, al menos entre los menores de edad.

Actualizado a
contaminación y obesidad
iStock

La contaminación es uno de los factores que contribuye a la obesidad, especialmente en los niños. 

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

La obesidad y el sobrepeso son consecuencia de diversos factores. No es lógico achacarlo solo a uno. Interviene por supuesto el tipo de alimentación y el ejercicio. También es importante la genética y los factores sociales y culturales.

La contaminación, que está detrás de muchos de los problemas de salud que estamos viviendo en las grandes ciudades, también puede tener un papel predominante. Una investigación realizada en España por IS Global lo ha puesto de manifiesto.

La contaminación aumenta el sobrepeso

Los investigadores aprovecharon los cambios de residencia durante la pasada década para analizar cómo era la evolución de casi 50.000 niños y adolescentes que se mudaron desde o a zonas más contaminadas en las principales ciudades de Cataluña.

Los resultados evidenciaron que los menores que se trasladaron a zonas en que los niveles de contaminación son habitualmente más altos tenían más opciones de que aumentaran de peso.

En todos los grupos de edad se vio un ligero aumento del Índice de Masa Corporal (IMC). Este aumento fue más significativo en el caso de los niños de preescolar y primaria.

Un detalle interesante es que hubo un aumento de peso en todas las capas sociales, independientemente del nivel socioeconómico de la familia. En Estados Unidos, estudios previos vieron que los más pobres eran también los que más engordaban.

Cambiar a aire más puro no adelgaza

Desgraciadamente, el estudio no refleja el efecto contrario. Es decir, los menores de las familias que se mudaron a zonas con menos contaminación no variaron su IMC.

Cambiar a una zona con más polución engorda, pero el traslado de una zona contaminada a otra mejor no adelgaza

Se puede deber a que las reducciones en los niveles de contaminación del aire parecen ser menos relevantes para aquellos que ya estaban expuestos a altos niveles de contaminación", dice Sarah Warkentin, investigadora de ISGlobal y primera autora del estudio.

Lo que ha sorprendido es que los que se mudaban de una zona a otra con iguales niveles de contaminación sí adelgazaban. “Quizás estas áreas son más transitables o tienen más zonas de juegos", dice Warkentin. O es una reacción al estrés que supone habitualmente un cambio de casa.

Por qué engorda la contaminación

Los mecanismos que están detrás de esta reacción no están del todo claros. Los científicos barajan varios motivos en los que la contaminación influye en el peso. Por ejemplo, con la contaminación se absorbe peor la glucosa, cambia el metabolismo, se alteran las hormonas y hay una peor oxigenación.

También pueden intervenir factores no del propio cuerpo. Una mayor contaminación suele suponer que hay más tráfico en las calles. Con más tráfico se sale menos a pasear y hacer ejercicio.

En cualquier caso, la relación parece clara. Por eso los investigadores insisten en que luchar contra la contaminación será una forma “para prevenir la obesidad infantil y el sobrepeso”. Incluso si esa reducción es pequeña, va a suponer una importante mejora en la salud mundial, dada la gran cantidad de población que vive en grandes ciudades.

La contaminación también afecta a los antibióticos

La polución es el mayor riesgo ambiental que tenemos para la salud. Por si no nos diera suficientes problemas, otra investigación ha descubierto que está ayudando a que cada vez los antibióticos sean menos efectivos y las bacterias creen más resistencia.

El principal problema sigue siendo que hay una administración excesiva de antibióticos innecesarios para evitar infecciones del ganado y para tratar enfermedades víricas que no los necesitan. Pero el problema se agrava con la polución.

La contaminación y la resistencia a los antibióticos, cada uno por separado, están entre las principales amenazas para la salud global”, señalan los autores de la investigación. “Ahora sabemos que si controlamos la contaminación podemos ayudar a frenar la resistencia bacteriana.” Un doble beneficio.

¿Cómo influye la contaminación en esta resistencia? Ayuda a que las bacterias que han conseguido vencen al antibiótico puedan expandirse a mayor distancia por el aire.