La lactancia materna reduce la hipertensión en los niños

Los niños que han sido amamantados, aunque sea solo unos pocos días, tienen mejores niveles de presión arterial en la infancia. El secreto podría estar en los componentes del calostro.

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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

La lactancia materna, incluso unos días, reduce la hipertensión en los niños
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La hipertensión es un problema de salud de primer orden pero, equivocadamente, se asocia normalmente a la edad adulta.

Sin embargo, los niños también pueden sufrir hipertensión. Y si esta patología no se controla ya desde la infancia, el riesgo de que perdure en la edad adulta es mayor.

Una dieta equilibrada, hacer ejercicio y realizar controles periódicos de la tensión arterial es una buena estrategia preventiva para evitar la hipertensión en niños. Ahora, un estudio apunta que la lactancia materna también tendría un efecto protector.

La investigación, publicada en American Heart Association, revela que los bebés que fueron amamantados tenían una presión arterial más baja a los 3 años de edad que los niños que nunca habían tomado leche materna.

Estas diferencias en la presión arterial se traducirían en una mejor salud cardiaca y vascular en la edad adulta.

beneficios del calostro

Los beneficios de la leche materna son tantos que incluso aunque la lactancia dure poco es positiva para el bebé.

  • "Los bebés que recibieron incluso una cantidad relativamente pequeña de leche materna temprana de su madre, también conocida como calostro, tenían una presión arterial más baja a los 3 años de edad, independientemente de cuánto tiempo fueron amamantados o cuándo recibieron otros alimentos complementarios", señala Kozeta Miliku de la Universidad McMaster en Canadá, una de los autoras del estudio.

El calostro es especialmente rico en factores de crecimiento, componentes inmunológicos y células madre que solo se encuentran en la leche materna y son muy beneficiosos para el bebé.

Los datos del estudio

Los factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial alta pueden comenzar en la niñez. Por tanto la prevención debe comenzar también en esta etapa.

Este estudio es el primero que evalúa el vínculo entre lactancia materna los primeros días de vida y la presión arterial en la primera infancia. Para analizarlo, los investigadores analizaron datos de más de 3.000 niños nacidos entre 2009 y 2012.

  • El 98% fueron amamantados hasta cierto punto, incluido un 4% que solo la recibió durante unos pocos días en el hospital.
  • Solo un 2% de los niños del estudio no fueron amamantados en absoluto.
  • Entre los niños amamantados, el 78% recibieron leche materna durante 6 meses o más y el 62% fueron amamantados exclusivamente durante al menos tres meses. La lactancia materna exclusiva significaba solo leche materna sin alimentos sólidos u otros líquidos.

Por norma general, las madres que nunca amamantaron eran más jóvenes y más propensas a fumar en comparación con las que sí dieron de mamar.

Los resultados del estudio

Una vez analizados los datos, los investigadores constataron el efecto de la lactancia materna en la tensión arterial infantil:

  • A los 3 años de edad, los niños que nunca fueron amamantados tenían medidas de presión arterial más altas (promedio de 103/60 mmHg), en comparación con aquellos que fueron amamantados durante cualquier tiempo (promedio de 99/58 mm Hg).
  • Entre los bebés que recibieron solo lactancia materna de recién nacidos mientras estaban en el hospital, las medidas de presión arterial también fueron más bajas (promedio de 99/57 mmHg) en comparación con los que nunca fueron amamantados (promedio de 103/60 mmHg).
  • La presión arterial entre los niños pequeños que habían sido amamantados era más baja a los 3 años de edad, independientemente de su índice de masa corporal o de otros factores como el estilo de vida de sus madres.
  • La presión arterial también fue más baja entre los niños pequeños que habían sido amamantados, independientemente de cuánto tiempo fueron amamantados o si recibieron otros alimentos complementarios.

Lactancia y salud cardiovascular

Los beneficios de la lactancia materna exclusiva y por un tiempo prolongado están ampliamente documentados y se sabe que reducen el riesgo de infecciones respiratorias y gastroenteritis durante la infancia. También previene afecciones crónicas como el asma y la obesidad en etapas posteriores de la vida.

Sin embargo, este estudio sugiere que, en lo que se refiere a los valores de presión arterial en la infancia, incluso un breve periodo de lactancia es beneficioso.

"Esto apunta al calostro como un factor clave", señalan los investigadores. Aunque hacen faltan más estudios para demostrarlo, sus componentes bioactivos influirían en el desarrollo cardiovascular del niño y también afectarían a su salud cardiovascular futura.