Hay medicamentos que generan resistencia y no son antibióticos

Se ha puesto mucho el acento en que el abuso de antibióticos está acelerando que las bacterias logren resistencia frente a ellos. Pero hay otros medicamentos muy comunes que contribuyen también a que este peligro aumente.

Actualizado a
Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Hay medicamentos que no son antibióticos que generan resistencia a las bacterias
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Hay numerosos estudios que alertan de que el uso y abuso de los antibióticos provoca un crecimiento cada vez mayor de bacterias resistentes a estos fármacos.

Desde que se descubrieron los antibióticos, se han tenido que reformular muchas veces para poder hacer frente a esta capacidad de resistencia de las bacterias.

Hoy se considera que el haber tomado antibióticos recientemente es un factor de riesgo de que las bacterias invasoras muestren resistencia en una nueva infección.

Sin embargo, otras resistencias inexplicables estaban dejando perplejos a algunos médicos de hospitales.

Los tres fármacos estudiados

En los hospitales se había observado que la mitad de pacientes afectados por bacterias resistentes no habían tomado con anterioridad reciente ningún tipo de antibiótico.

  • Estos pacientes ingresados no parecían tener ningún factor de riesgo identificable.

Hubo varias hipótesis que se han ido planteando a lo largo de los últimos años. Una de ellas era buscar otros fármacos que pudieran reforzar de alguna manera a bacterias.

Fármacos para el estómago, la hipertensión y el cáncer también refuerzan a las bacterias

Esto dio pie a una nueva investigación, llevada a cabo por la Universidad de Tel Aviv. Sugieren que tres clases de medicamentos habituales pueden ser los causantes de estas resistencias bacterianas.

Estos tres tipos de medicamentos son:

  • La bomba de protones. Es un tipo de protector gástrico, que ayuda a reducir la producción de ácido del estómago. Son productos como omeprazol, pantoprazol, esomeprazol, y nombres similares.

Son los medicamentos más vendidos en las farmacias de nuestro país, ganándole la batalla incluso a los analgésicos”, ha advertido el doctor Francisco Marín en Saber Vivir.

  • Los betabloqueantes. Se trata de un medicamento contra la hipertensión arterial.
  • Los antimetabolitos. Un tratamiento específico de quimioterapia que impide la división de la célula y por tanto el crecimiento del tumor.

Así afectan a las bacterias

Estos tres tipos de medicamentos entran dentro del grupo de los llamados fármacos no antimicrobianos. Son una herramienta más en el tratamiento de enfermedades crónicas o de larga duración.

  • Estos fármacos no están exentos de efectos secundarios.

No es necesario insistir más en los efectos indeseados de la quimioterapia. Si hablamos de los betabloqueantes, por ejemplo, se evitan en hombres con hipertensión porque se asocia a la disfunción eréctil.

No obstante, son fármacos muy eficaces. De ahí su amplia difusión. Y se empezó a ver que también tenían un impacto en la composición de la microbiota, lo que hemos llamado durante muchos años la flora intestinal, las bacterias beneficiosas que tan importantes son para el buen funcionamiento del organismo.

Si afecta a nuestras propias bacterias, podría también afectar a las negativas que nos invaden.

Los datos del estudio

Eso es lo que han planteado en su estudio los biólogos israelíes. Examinaron cerca de 2.000 pacientes del hospital, entre los años 2017 y 2019, todos con infecciones a un tipo de familia de bacterias concretas, la enterobacteriaeae.

Se identificó que estas bacterias habían ofrecido resistencia a los fármacos en mas de la mitad de pacientes. Una cuarta parte de ellos tenían una resistencia múltiple, a tres o más clase de antibióticos.

Los pacientes con bacterias resistentes estuvieron más tiempo hospitalizados

Recuperando el historial clínico de medicamentos de estos pacientes se relacionó que había siete grupos de fármacos comunes que habían tomado estos pacientes que mostraban resistencia.

De esos siete, los tres medicamentos señalados parecían estar significativamente asociados a la resistencia de los antibióticos. De ellos, los antimetabolitos para el cáncer era con diferencia el que mayor repercusión tenía en que las bacterias desarrollaran resistencia a los antibióticos.

Esa resistencia implicaba mayor tiempo de estancia en el hospital y mayor riesgo de muerte de estos pacientes.

Qué repercusiones tiene

"Estos resultados muestran la importancia de estos fármacos no antimicrobianos como factor de riesgo de la resistencia a los antibióticos”, expone la doctora Meital Elbaz, primera firmante del estudio.

Pero también admite que el trabajo no es científicamente completo. Se basa en observación de historiales clínicos genéricos. No hay datos de la dosificación de los diferentes fármacos en cada paciente.

Es necesario que se hagan con urgencia estudios más amplios con más fármacos para confirmar y aclarar esta relación entre los medicamentos comunes y la resistencia a los antibióticos", añade la doctora Elbaz.

Por fortuna, hay otros tipos de tratamientos sustitutivos de estas tres familias que están bajo sospecha y que pueden hacer su función.