No todo el mundo reacciona del mismo modo ante un medicamento. Su eficacia puede ser mayor o menor según la persona, y también los efectos adversos que provoca pueden ser distintos.
Pero al parecer, según demuestran cada vez más investigaciones, estas diferencias en la interacción medicamento-organismo son especialmente marcadas según el sexo de quien lo toma.
¿Y es porque nos medican en exceso?
En todas las personas (hombres y mujeres) el riesgo de tomar distintos fármacos a la vez aumenta a medida que se suman años.
- Sin embargo, las estadísticas indican que es habitual que la mujer acabe más medicada que el hombre.
- Suelen recetarles más ansiolíticos y antidepresivos porque en ellas el dolor y la ansiedad se consideran de origen psicosomático.
El dolor en la mujer se trata más con ansiolíticos que en el hombre
- Las posibles interacciones entre ellos pueden elevar el riesgo de que "sienten mal".
Dosis de fármacos mal calculadas
Muchos estudios clínicos para determinar la dosis adecuada de los medicamentos se han realizado en hombres (hasta los años 90 no fueron incluidas las mujeres). Eso significa que no se han tenido en cuenta las características particulares del sexo femenino a la hora de absorber, distribuir y eliminar los principios activos del cuerpo.
Hasta los años 90, los estudios clínicos de los fármacos se hacían solo en hombres
El estudio Influencia del sexo sobre la farmacocinética sugiere, por ejemplo, que la diferencia en la asimilación del fármaco entre géneros puede llegar a ser hasta de un 28%. Eso hace que las dosis puedan no ser las correctas para ellas.
El menor volumen corporal es clave
En general, las mujeres pesan menos que los hombres, pero las dosis medicamentosas están calculadas en base a la media de masa corporal masculina. Eso hace que normalmente ellas estén tomando una dosis más elevada de lo que realmente le correspondería.
- El resultado es que tienen 1,5 más riesgo que ellos de presentar reacciones adversas a los medicamentos.
Las hormonas tienen su papel
Son específicas en hombres y mujeres e influyen en muchas funciones. Se ha comprobado que también ejercen un papel esencial en la metabolización y eliminación de los fármacos.
- Por ejemplo, los analgésicos opiáceos suelen ser más efectivos en la mujer porque el estrógeno contribuye a modular la respuesta al dolor.
Las hormonas femeninas potencian la acción de los opiáceos
- Además, un estudio reciente del Hospital Cedars Sinai de California (EE. UU.) sugiere que los cambios hormonales asociados al ciclo menstrual, la toma de anticonceptivos hormonales y la menopausia son factores hormonales que afectan a la absorción de medicamentos en la mujer a lo largo de toda su vida.
Que tengamos más grasa influye
En general, la proporción de tejido graso en la mujer (frente al tejido muscular) es mayor que en el hombre, y el volumen de agua en el cuerpo es menor.
- Por eso, los fármacos que se disuelven en grasa pueden viajar por el cuerpo femenino con más facilidad. Es lo que ocurre con algunos antidepresivos o ansiolíticos, que por esta razón pueden provocar efectos secundarios más intensos.
Puede costar eliminarlos
Muchos medicamentos llegan al órgano de destino a través del flujo sanguíneo, pero ese flujo se distribuye de forma distinta según el sexo.
- Por ejemplo, al músculo esquelético de la mujer llega solo el 12% de la sangre, mientras que el del hombre recibe hasta el 17%. Por ello, los fármacos pueden llegar en mayor o menor medida a órganos de hombres y mujeres según las diferencias en el flujo sanguíneo que reciben. Se cree que esto es lo que hace que las mujeres eliminen peor los fármacos que se distribuyen principalmente en el hígado.
Las mujeres eliminan peor determinados fármacos a través del hígado
- Los psicotrópicos inductores del sueño, que se descomponen en el hígado, permanecen más tiempo en el de la mujer y eso hace que el efecto en ellas sea más duradero.
por qué los ansiolíticos actúan más en la mujer
La mujer suele notar sus efectos con menos dosis y estos perduran más tiempo. Además, las reacciones adversas son más intensas:
- Las diferencias gastrointestinales pueden afectar a la rapidez con la que actúa un fármaco oral. El pH del estómago es menor en los hombres (es más ácido) que en la mujer y eso repercute en la absorción de algunos de ellos. Determinados antidepresivos y ansiolíticos se absorben mejor en un medio menos ácido como el del estómago de las mujeres y eso hace que actúen más rápido y que ellas puedan sufrir una sobredosis del fármaco con mayor facilidad.
- El tránsito intestinal más rápido en hombres hace que el fármaco pase menos tiempo en su organismo. Así, el efecto de los ansiolíticos se prolonga en la mujer, que tarda más en eliminarlos. Por eso deberían dejar más tiempo entre las dosis.