¿Qué es la enfermedad del beso y cuáles son sus síntomas?

La mononucleosis es una enfermedad vírica que se contagia a través de la saliva, por eso los besos son una vía fácil de transmisión. Compartir alimentos o bebidas también es foco de contagio.

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Los virus que se transmiten a través de la saliva pueden contagiarse mediante un beso.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

La mononucleosis, también conocida como la "enfermedad del beso", es una infección causada por el virus Epstein-Barr (EBV), un virus de la familia de los virus responsables del herpes.

Alrededor del 95% de la población adulta la ha sufrido alguna vez, ya que la enfermedad es altamente contagiosa. Con el simple hecho de estar en contacto con restos de saliva de la persona infectada se producce un nuevo contagio.

Un informe realizado por Cegedim Health Data España revela que los adolescentes entre 15 y 19 años son los principales afectados por esta enfermedad ya que en esta franja de edad se diagnostican el 32% de los casos de mononucleosis.

¿La mononucleosis se puede contagiar por un  beso?

La mononucleosis sí se puede contagiar mediante un beso. Aunque solemos asociar los besos con un gesto de afecto cariñoso y dulce, a través de ellos se produce un intercambio importante de virus y bacterias que pueden contagiar enfermedades. Con solo un beso de 10 segundos se pueden llegar a compartir hasta 80 millones de bacterias.

La mononucleosis también puede producirse por el intercambio de bebidas, alimentos o juguetes en niños pequeños que han estado en contacto con saliva.

síntomas de mononucleosis

Muchas veces la enfermedad del beso suele ser confundida con una gripe que no termina de desarrollarse, inespecífico, incluso leve, y otras veces ni siquiera provoca síntomas. Cuando hay síntomas los más comunes son los siguientes:

  • Fiebre alta superior a 38º.
  • Dolor de garganta o faringitis.
  • Inflamación de los ganglios linfáticos del cuello, de detrás de las orejas (retroauriculares) y de la parte baja de la cabeza (occipitales). Por eso también es conocida como “fiebre ganglionar”.
  • Fatiga, malestar general, dolor de cabeza y dolor abdominal, náuseas.
  • Inflamación del hígado y del bazo.

Tras el contagio los síntomas no aparecen de forma inmediata. Al contrario, la persona comienza a notar lentamente algunos síntomas leves que aumentan el malestar progresivamente.

El malestar que provoca esta patología puede aparecer entre 1 y 8 semanas después que se haya producido el contagio.

Puedes empezar a sospechar si sientes cansancio o fatiga que pueden durar mucho y sin motivo aparente. Por esto muchas veces se confunde con el proceso de incubación de algún virus común, como el de la gripe.

  1. Además de fiebre, también se pueden sentir náuseas, vómitos, malestar general o dolor de cabeza y abdominal. En la mitad de los casos el bazo se puede inflamar (esplenomegalia). Algunas veces el hígado también puede aumentar su tamaño.

COMPLICACIONES de la mononucleosis

La enfermedad se resuelve por sí sola de forma espontánea en unas 2 semanas, aunque el cansancio puede permanecer incluso meses, e ir mejorando progresivamente hasta que desaparece por completo.

Ante la sospecha se recomienda ir al médico para confirmarlo

La enfermedad suele evolucionar sin complicaciones, aunque en casos más bien raros pueden desarrollar algún trastorno linfático y, en casos extremos, llegar a sufrir una rotura del bazo.

tratamiento de la mononucleosis o enfermedad del beso

Al estar causada por un virus, no existe un medicamento que cure la enfermedad del beso. Por esta razón, el tratamiento se dirige simplemente a aliviar los síntomas.

Lo habitual es que el médico prescriba analgésicos para el dolor y antiinflamatorios para la inflamación ganglionar. Solo si existe una sobreinfección bacteriana el médico puede recetar antibióticos.

Es muy importante no automedicarse, ya que por ejemplo tomar ácido acetilsalicílico está contraindicado, porque existe la posibilidad de desarrollar una enfermedad denominada síndrome de Reye, que afecta al hígado y al cerebro. Se trata de una patología que aparece asociada al consumo de ácido acetil salicílico en enfermedades víricas y posiblemente sea de origen autoinmune, aunque no se sabe.

Pero las medidas más importantes son el reposo y la hidratación para paliar el estado de agotamiento que sufre la persona afectada.

En ocasiones el cansancio es extremo, lo que supone una incapacidad para realizar las actividades habituales de la vida diaria. Asimismo, si el bazo y/o el hígado están agrandados, el reposo es fundamental para que vuelvan a su tamaño normal.

Cómo evitar el contagio de la mononucleosis

Cuando se tiene contacto con alguna persona que tiene mononucleosis o que la ha pasado recientemente, conviene tomar una serie de precauciones para prevenir el contagio:

  • Lavarse las manos frecuentemente.
  • No compartir vasos, cepillos de dientes, cubiertos o cualquier objeto que pueda haber entrado en contacto con la saliva del paciente.
  • Tener cuidado en los meses posteriores. El virus de Epstein-Barr está en la saliva del enfermo durante la fase aguda, es decir, mientras tiene los síntomas, y permanece varios meses después de desaparecer las molestias, por lo que hay que continuar teniendo estas precauciones. Aunque la persona se encuentre bien, puede seguir infectando a otros.

El virus crea inmunidad, es decir, que una vez totalmente curada la persona no suele volver a desarrollar la enfermedad, aunque se han visto algunos casos de repetición de la actividad del virus en personas que han sufrido trasplantes.