Casi uno de cada cuatro niños y niñas en edad escolar van a clase habiendo dormido menos horas de las recomendadas para su edad.
Casi uno de cada cuatro niños y niñas en edad escolar van a clase habiendo dormido menos horas de las recomendadas para su edad. Lo alerta la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (Fesmes).
“La infancia se encuentra en una situación crónica de déficit de sueño y de jet lag escolar. Es un problema de salud pública que deja huella en el desarrollo de los menores”, sostiene el pediatra Gonzalo Pin, portavoz de Fesmes.
Los dos enemigos del sueño infantil
Existen sobre todo dos factores importantes que la sociedad de hoy está haciendo que nuestros menores duerman menos de lo que deberían:
- Los horarios escolares y la sobrecarga de extraescolares no ayudan.
Al contrario, se imponen horarios cada vez más tempranos de inicio escolar para favorecer la jornada intensiva.
Además, “muchos niños están sometidos a una gran sobrecarga horaria con extraescolares y llegan hacer jornadas de más de 40 horas semanales”, señala el doctor Pin.
- La programación de televisión les incita a retrasar la hora de irse a dormir.
España es uno de los países del mundo donde comienza más tarda el horario prime time, el de los programas de máxima audiencia. Estos programas no es raro que sigan hacia las diez y media o las once de la noche. Son horas en que los menores tendrían que estar durmiendo.
Los programas nocturnos transmiten al niño la idea de que hay cosas mejores que hacer que irse a la cama
El problema no es solo que le quitas horas de sueño, sino también el mensaje que se les traslada. “Cuando tú colocas un prime time a las once de la noche, estás transmitiendo un mensaje social de que el sueño no es importante, de que siempre hay mejores cosas que hacer”, denuncia el experto.
Qué impacto tiene en la salud del menor
Al igual que en el caso del adulto, las horas de sueño es un momento que el cuerpo utiliza para regenerarse. En el caso de los menores además es mucho más importante porque se están desarrollando. La falta de sueño afecta especialmente en tres aspectos que repercuten en su salud física y desarrollo mental:
- “El descanso es fundamental para el desarrollo neurocognitivo del niño”, recuerda el pediatra. Si lo reducimos, impedimos que evolucione como tocaría.
- Sufren trastornos del reloj biológico, el ritmo circadiano.
“Cada vez vemos a más niños que tienen un retraso del inicio de la secreción nocturna de melatonina o, por el contrario, un inicio precoz de esta secreción”, dice el pediatra.
Problemas de diabetes o hipertensión en la edad adulta pueden tener origen en la falta de sueño del niño
Y estamos ante un riesgo acumulativo de problemas neurológicos y de ritmo circadiano a lo largo de la vida. “Sabemos que muchos de los problemas de origen metabólico (diabetes, hipertensión, etc.) que se diagnostican en la edad adulta empiezan a gestarse en la infancia”, añade el especialista.
- El rendimiento escolar también se ve afectado.
“Con menos horas de sueño el porcentaje de sueño REM también es menor, y esta es la fase del sueño en la que el niño va a fijar la memoria, a consolidar todo lo aprendido durante el día”, explica el doctor.
El niño se despierta fatigado y somnoliento. Una situación que se alarga a lo largo de día y con la que irá al colegio. En algunos niños la reacción es la contraria, les impulsa a la hiperactividad.
¿Cuántas horas deben dormir los niños?
No todas las personas necesitan dormir lo mismo. Sin embargo, hay unas pautas mínimas. Eso es más necesario que nunca con los niños.
En época de crecimiento es normal que todos los niños puedan tener más cansancio y sueño, puesto que es durante las horas de sueño cuando se activa la hormona del crecimiento.
- Al acabar la etapa de bebé, un niño debería haber pasado 13 de sus 24 meses de vida durmiendo.
- A partir de los 3 años han de dormir al menos diez horas cada noche.
El sistema escolar hace que a los cuatro y cinco años se deje la siesta. “De hecho, ya no necesitan la siesta, pero es bueno que descanse un ratito después de la comida”, apunta el doctor Pin.
- Al llegar a la adolescencia, el 50% de la vida del niño debería haber sido sueño.
también tienen síndromes del sueño
El pequeño puede tener otras patologías del sueño que pensábamos que son propias del adulto. Y no es así. Hay síndromes que afectan al descanso también en la infancia y que deben ser tratados. La alerta nos la dará el ver al niño o la niña cansados incluso cuando nos consta que se ha acostado a su hora.
Los principales trastornos del sueño en la infancia serían: