La pancreatitis puede provoca dolor fuerte, acompañado muchas veces de fiebre y náuseas.
El páncreas es un pequeño órgano que está en la parte alta del abdomen, entre el estómago, el colon y el hígado. Tiene una doble función vital: ayuda a digerir los alimentos y produce insulina con la que regula el nivel de azúcar en la sangre.
Es importante cuidarlo para que no se inflame y aparezca una pancreatitis, que provoca dolor fuerte, acompañado muchas veces de fiebre y náuseas.
Causas de pancreatitis
“Las dos principales causas de la pancreatitis aguda son el alcohol y las pistiasis, que son piedras en la vesícula”, explica el doctor Luis Bujanda, expresidente de la Asociación Española de Gastroenterología.
- Alcohol. Entre los 30 y 45 años, el alcohol es el responsable en el 20 y el 40% de los casos.Por encima de los 50 años más de la mitad de los casos están provocados porcálculos en la vesícula biliar (el doble en mujeres que en hombres).
- El sobrepeso. La gente con kilos de más es más propensa a producir piedras en la vesícula, que pueden llegar a obstruir el conducto pancreático.
- Los atracones. Es decir, un exceso de comida y alcohol en una fiesta puede propiciarla. Ocasiona la muerte de determinadas células del páncreas, lo que provocaría una inflamación. La pancreatitis se decía que era la "enfermedad de los domingos", después de los excesos alcohólicos y las comilonas del fin de semana.
tratamiento para la pancreatitis
En casos de pancreatitis aguda se hace necesario el ingreso hospitalario al menos unas horas, ya que se suprime la ingesta de líquidos y alimentos para limitar la función del páncreas y se reponen los líquidos por vía intravenosa.
El afectado se recupera en una semana, aunque a veces se requiere antibióticos u otras medidas, como alimentación enteral (directamente con una sonda).
El problema añadido de la pancreatitis aguda es que aparezcan complicaciones como infecciones o necrosis, que agravan el pronóstico.
Complicaciones de la pancreatitis crónica
Si no se sigue con una vida poco saludable, las pancreatitis repetidas pueden ocasionar una pancreatitis crónica. El alcohólico es el paciente más habitual en esta patología.
La pancreatitis crónica es una inflamación progresiva del páncreas que limita sus funciones. En ese caso, las complicaciones son múltiples:
- Pérdida de peso, por mala absorción de alimentos, y que puede ir acompañado de diarreas.
- Diabetes. La inflamación del páncreas provoca trastornos en la regulación de la glucosa al no producirse insulina en cantidades suficientes, por eso aumenta el riesgo de diabetes.
- Dolor abdominal provocado por una fibrosis. El daño continuado en el páncreas provoca fibrosis. “La fibrosis sucede cuando las células normales se sustituyen por colágeno, que no produce hormonas y enzimas”, aclara el doctor Bujanda. Llega un punto en que afecta a las terminaciones nerviosas de alrededor y por eso causa dolor, que puede ser crónico.
- También hay riesgo de cirrosis.
Cómo se trata la pancreatitis crónica
"Para tratarla vamos siempre por detrás, intentando sustituir lo que falla”, dice el doctor.
- Se prescriben analgésicos para aliviar el dolor.
- Se dan enzimas para ayudar a digerir los alimentos.
- Se proporciona insulina, puesto que ya no la produce bien, para que el azúcar no suba en exceso.
Aún no está disponible el trasplante de páncreas para la insuficiencia pancreática por pancreatitis crónica. Solo se realiza en determinados casos de diabetes.
Cómo evitar una pancreatitis
“Las recomendaciones clásicas de dieta mediterránea, con mucha fruta, verdura, poca carne roja o alimentos procesados y hacer ejercicio son la esencia del cuidado de nuestro páncreas”, resume el doctor Bujanda.
Has de prestar especial atención a:
- Reducir el alcohol. Se considera que deja de ser consumo moderado más de 3 o 4 copas al día en hombres o de 2 a 3 en mujeres.
- Evitar alimentos procesados. Aportan un porcentaje alto de grasas saturadas que le perjudican.
- Consumir aceite de oliva. Fortalece las células del páncreas y las hace más resistentes al alcohol y otros tóxicos, según un estudio del departamento de Fisiología Digestiva y Nutrición de la Universidad de Granada.
- Beber agua. La deshidratación entorpece la producción de insulina y que de esta forma acabe resintiéndose todo el metabolismo.
- Dejar el tabaco. Se ha comprobado que este hábito tóxico influye en la evolución de la pancreatitis crónica.
Pancreatitis y riesgo de cáncer
La pancreatitis aguda no tiene relación directa con el cáncer de páncreas. Si te recuperas bien y sigues los consejos médicos, no tiene por qué dejar secuelas. Sin embargo la crónica sí aumenta el riesgo de cáncer.
“Cualquier órgano que está sometido a una inflamación constante es más probable que sus células se deterioren”, recuerda el doctor Bujanda.
Esas células inflamadas no se replican bien y pueden provocarse mutaciones, factores que pueden acabar en un crecimiento acelerado y desordenado de las células que pueden acabar en cáncer.