La parálisis facial consiste en la inmovilidad siempre repentina de una parte de los músculos de la cara.
Se produce por que el nervio facial, que es el que controla esta zona se ha visto afectado. Los motivos pueden tener dos orígenes:
- El sistema nervioso central, que es el caso del ictus.
- El sistema nervioso periférico. Puede ser debido a un golpe o un virus, como el de la varicela, aunque la mayoría de veces no tiene un origen claro.
¿CÓMO ES LA PARÁLISIS POR ICTUS?
“Curiosamente, los casos en los que la parálisis es menos llamativa, porque no afecta completamente a toda la cara son los más graves porque puede ser un ictus”, advierte el doctor Luis Lassaletta, otorrinolaringólogo del hospital Quironsalud de Madrid.
Como sabes, el ictus se produce por la falta de riego sanguíneo en una parte del cerebro debido a un coágulo.
Al faltar el oxígeno, parte de las funciones cerebrales pueden verse afectadas. En esos casos, la parálisis no suele afectar al movimiento del párpado del ojo ni a los músculos de la frente.
La parálisis por ictus es parcial, no afecta al párpado ni la frente
- Además, los síntomas son más amplios. El ictus puede ir acompañado de problemas para hablar, o hablar con coherencia, dificultad para caminar y desorientación, entre otras. Dependerá de la parte del cerebro que se haya visto afectada.
EL SÍNDROME DE BELL
La parálisis facial más habitual es mucho menos grave. Es el llamado síndrome de Bell y, por suerte, con un pronóstico bueno.
Este síndrome, también se llama parálisis idiopática. Idiopática es el adjetivo que se suele aplicar a los trastornos que los médicos no saben muy bien la causa.
Un virus puede ser el responsables de inflamar el nervio facial
- Algunos especialistas sugieren la posibilidad de que se deba a algún tipo de virus que haya inflamado el nervio facial.
- Podría ser uno de los virus que provocan los resfriados, por eso se ha relacionado la parálisis con las corrientes de aire y los aparatos de aire acondicionado. Pero no hay evidencias y, en todo caso, el aire no sería el culpable directo.
Esta parálisis provoca que, de manera siempre repentina, la mitad de la cara se vea entumecida, sin posibilidad de moverla o de sonreír. La imagen que queda es de una expresión facial "caída".
Tiene un buen pronóstico
Más allá del problema estético, se trata de una infección benigna. De hecho, los otorrinos, que son los encargados de tratar estos casos, no siempre dan tratamiento.
“En 2 o 3 semanas el paciente mejora de manera espontánea, sin necesidad de medicación”, señala el doctor Lassaletta.
El 80% de casos se solucionan por sí solos sin dejar secuelas
- En algunos casos se pueden dar corticoides para reducir la inflamación y facilitar la recuperación.
En el 80% de los casos se solucionan sin mayores complicaciones. Hay otro 20% que sí puede tardar más tiempo o que incluso deje secuelas y no acabe de recuperar toda la movilidad.
El ojo requiere más atención
El peligro más importante en el síndrome de Bell es que también afecta al músculo orbicular. No se pueden cerrar bien los párpados y esta situación puede traer problemas en el ojo.
- Al no cerrar el párpado hay una exposición excesiva al aire y el ojo se seca. El resultado pueden ser úlceras en la córnea. Pueden acabar dañando el ojo y que se pierda parte de visión.
El médico posiblemente prescriba lágrimas artificiales para aplicarlas de forma continua. Además se dan algunos consejos para cerrar manualmente los ojos en caso de haberse quedado abiertos.
PARÁLISIS POR HERPES ZOSTER
El herpes zoster es el virus de la varicela. Puede instalarse en el nervio facial y afectarlo. Es el segundo tipo más habitual de parálisis facial.
“Es fácil diferenciar este tipo de parálisis porque además el paciente suele notar un dolor intenso en la cara y suelen aparecer unas vesículas en la oreja, que es lo más característico de esta enfermedad”, explica el otorrino Lassaletta.
- Es un problema más serio pero hay tratamiento eficaz a base de corticoides y antivirales. Sin embargo, la mitad de los afectados arrastran luego ciertas secuelas en la movilidad.
OTRAS POSIBLES CAUSAS
Las anteriores suelen ser algunas de las causas habituales por las que se acude con una parálisis a urgencias (hay incluso algunas más).
En casos mucho más minoritarios, podemos encontrar otros motivos:
- Una operación. Debido a un consecuencia de una intervención quirúrgica en la zona de la cabeza.
- Un traumatismo. Un golpe, como un accidente de coche, o una caída muy fuerte puede lesionar el nervio facial.
- Un cáncer. Algunos tumores (en el oído o en la base del cráneo) se extienden al nervio provocando la parálisis.
- Un problema congénito. Es el llamado síndrome de Moebius. El niño no desarrolla bien algunos nervios craneales. Es un problema neurológico muy inusual.
“Lo que más vemos en urgencias son pacientes con síndrome de Bell y lo que hay que hacer es tranquilizar porque, pese a la lógica alarma, no es grave”, aclara el doctor Lassaletta. “Pero en cualquier caso, cuando se siente la parálisis hay que acudir al médico para un diagnóstico rápido”.