El síndrome de Gilbert que sufre Paz Padilla causa problemas en el hígado y provoca un exceso de bilirrubina en la sangre.
El síndrome de Gilbert que sufre Paz Padilla provoca un exceso de bilirrubina en la sangre. No tiene prácticamente consecuencias, pero debe tenerse especial cuidado con todo lo que pueda afectar al hígado, por eso las personas que lo sufren deben evitar el alcohol. Es un problema más común de lo que parece ya que lo sufre entre un 2 y un 10% de la población.
¿Qué es el síndrome de gilbert?
El síndrome de Gilbert es una afección del hígado que provoca que este órgano no procese la bilirrubina de manera adecuada y totalmente benigna.
El síndrome de Gilbert es una enfermedad hereditaria provocada por una mutación genética, por que los progenitores también suelen tener la bilirrubina alterada en los análisis.
El principal factor de riesgo de este síndrome es que los dos padres también tengan el gen que provoca este trastorno. También el ser hombre hace que sea más probable que aparezca.
¿Por qué hay que evitar el alcohol?
El síndrome de Gilbert provoca unos niveles altos de bilirrubina en sangre, y el alcohol es uno de los factores que aumentan los niveles séricos de bilirrubina. Es cierto que hay otros factores como el ejercicio que también pueden aumentarla, pero el alcohol es además perjudicial para el hígado, mientras que el ejercicio es beneficioso. Por eso las personas con este síndrome debe evitar el alcohol.
¿Cuándo aparece el síndrome de gilbert?
Aunque el gen esté presente desde que naces, no empieza a dar síntomas en los análisis hasta que llegas a la adolescencia.
Si no te hicieras nunca una analítica es probable que no se detectara y seguirías con tu vida normal sin saber que esta alteración ocurre en tu cuerpo.
¿Qué síntomas provoca el síndrome de gilbert?
El principal síntoma de este síndrome es la piel amarilla. A pesar de que afecta a la piel, no lo estudia el dermatólogo, sino los especialistas en el aparato digestivo o el hepatólogo, puesto que su origen está en el hígado.
La bilirrubina es un pigmento amarillo que se produce en la sangre, como reacción de la descomposición natural de los glóbulos rojos.
La bilirrubina se desplaza por el flujo sanguíneo hasta el hígado y se elimina con la bilis, el líquido que segrega el hígado para ayudar en los procesos digestivos.
Si hay un gran exceso de bilirrubina en la sangre, la piel y los globos oculares pueden adquirir un tono amarillo. Aunque la ictericia o piel amarilla es el síntoma más evidente del síndrome de Gilbert, no todos los enfermos presentan ictericia.
“Para que la piel tenga la tonalidad amarilla, los niveles de bilirrubina tienen que estar por encima de 3 miligramos por centilitro de sangre y la mayoría de personas con el síndrome no pasan de 1 o 2”, explica el doctor Luis Bujanda, expresidente de la Asociación Española de Gastroenterología.
¿Cómo se diagnostica el síndrome de gilbert?
La primera opción que se plantea un médico de familia cuando le llega un paciente con ictericia (es decir, con la piel amarillenta) es que puede sufrir una enfermedad del hígado.
Te preguntará si tienes picor o si la orina es muy oscura o si sufres cansancio, síntomas de un posible fallo hepático.
Se pueden indicar ecografías y otras pruebas que generalmente son dirigidas por especialistas en el aparato digestivo.
“Un simple análisis de sangre nos dirá muy claramente si la bilirrubina es por enfermedad hepática o algo de poca importancia”, explica el doctor Bujanda.
Una vez que el especialista ha descartado que nos encontremos frente a una hepatitis o las colestasis (retenciones de bilirrubina por piedras o tumores), una posible explicación en el síndrome de Gilbert.
¿Qué factores aumentan los síntomas?
Las personas con síndrome de Gilbert tienen la bilirrubina algo más alta: puede oscilar, pero siempre por debajo de los 4 miligramos por centilitro de sangre.
“Hay factores que pueden hacer que la bilirrubina de estas personas suba y salga entonces el tono amarillo, pero no tiene la más mínima importancia -aclara el gastroenterólogo-. No vas a vivir menos.”
Estos factores son:
- Ejercicio físico.
- Estrés.
- Tener la regla.
- Falta de sueño.
- Deshidratación o falta de alimento.
- Enfermedades víricas.
- Alcohol.
Eso explica, por ejemplo, que algunos pacientes, cuando sufren una enfermedad vírica, como un simple resfriado, vean cómo de repente se ponen amarillos y crean tener algo más grave de lo que de verdad es.
Como no tiene ninguna relación con las enfermedades de la piel, las personas con este síndrome no tienen que tener un cuidado especial al tomar el sol, más allá de las precauciones que deben tomar todas las personas si quieren cuidarse y evitar quemarse o, peor aún, un melanoma.
Más allá del tema estético, este síndrome no tiene que preocuparte
“El síndrome no tiene nada que ver con los problemas de la piel y más allá del tema estético y de que si no los sabes puedes llevarte un susto por la aparición de la ictericia, no afecta en ningún otro sentido”, aclara el doctor Bujanda.