Un alergólogo realiza pruebas de contacto para saber si hay alguna sustancia que nos provoca reacción.
Si tienes alguna infección bacteriana y estás en la consulta del médico te va a preguntar si eres alérgico a algún antibiótico, sobre todo suelen preguntar por penicilinas, que son los que más se utilizan y por tanto más alergias provocan.
Es una información que muchos de nosotros no hemos confirmado cuando ha habido sospechas. Ante la duda se descarta directamente ese antibiótico, se da otro y no acudimos a un alergólogo para que nos aclare si hay alergia y a qué exactamente. Un error muy extendido que nos perjudica a todos.
Qué hacer para saber si soy alérgico a un antibiótico
“Si alguna vez te han dicho que puedes tener alergia o se sospecha por algún motivo, se debe hacer una evaluación por un alergólogo para confirmar y saber qué antibióticos podemos usar”, ha alertado el doctor Miguel Marcos, profesor de la Universidad de Salamanca.
La alergia a la penicilina suele observarse en la siguiente hora después de tomar la medicina. Puede provocar una reacción más o menos grave.
- Puede causar anafilaxia, que es una problema orgánico múltiple: vómitos, convulsiones, dificultad para respirar. Pero es poco frecuente.
- Lo que suele pasar es que aparezca fiebre, picores, erupciones cutáneas o sensación de resfriado.
Estos signos alérgicos pueden confundirse con síntomas de la propia enfermedad que estamos tratando. Por eso es fácil que el médico no pueda asegurar si tenemos o no alergia al antibiótico. Ante la duda, receta otro medicamento.
El resultado es que lo dejamos pasar y no llegamos a averiguarlo. “Luego cuando hay una infección entran las prisas. Es mejor hacerlo con calma”, ha advertido el doctor Marcos. De ahí su insistencia en que no retrasemos la confirmación.
¿Qué hacer si de pequeño tuve una sospecha de ser alérgico? ¿Cómo pido una evaluación? “De primeras a tu médico como cualquier otro problema de salud”, responde el doctor Marcos. Él te derivará al alergólogo para hacerte las pruebas.
La mayoría de alérgicos a la penicilina no lo son
El alergólogo tiene una serie de pruebas para detectar las alergias a los distintos tipos de antibióticos. La alergia a la penicilina es más común, pero hay reacciones alérgicas a los otros antibióticos, como tetraciclinas, o sulfamidas.
Las pruebas que te hagan dependen del tipo de antibiótico sospechoso de provocar la alergia y del tipo de reacción que hayas tenido. En el caso de la penicilina, se suele administrar una pequeña muestra sobre la piel con una punción superficial para comprobar la reacción de nuestras células.
Si eres alérgico, aparecerá un sarpullido rojo y algo de picazón. Mediante esta prueba se podrá descartar el tipo de antibióticos. Lo deberemos tener muy presente para informar al médico la próxima vez.
¿Y por qué es importante asegurarse? “Más del 90% de quienes creen ser alérgicos a penicilina finalmente resultan no serlo; mientras tanto usan antibióticos inadecuados, más caros y con más efectos adversos”, ha advertido el alergólogo José Antonio Navarro.
Por qué es perjudicial dar otro antibiótico
Además de que son más caros y suponen un aumento del gasto para la sanidad pública, los antibióticos sustitutos de las penicilinas tienen otros problemas.
Como suelen ser de espectro más amplio, pueden incrementar el riesgo de colonización e infección por organismos multirresistentes. El riesgo de infecciones se multiplica. Y cada vez es más habitual encontrar bacterias resistentes a los antibióticos habituales.
Hoy esta resistencia de las bacterias a los antibióticos provoca ya más muertes que el cáncer de pulmón. El motivo no está únicamente en los casos de riesgo de alergia, por supuesto. Hay una exceso de medicación para prevenir posibles infecciones, una prescripción de antibióticos que suele ser innecesaria.
Pero todo suma, y el exceso de antibióticos genéricos está ayudando a que el problema se agrave.
qué hacer ante una alergia al antibiótico
Como sabes, las reacciones a estas y cualquier alergia son una respuesta innecesaria de nuestro sistema inmunológico. Nuestras defensas interpretan alguno de los componentes de la medicación como un cuerpo extraño dañino y actúan desencadenando toda una serie de reacciones físicas para intentar eliminarlo.
Los estornudos, lágrimas o mucosidades son formas de intentar expulsar al invasor. También las inflamaciones son reacciones de las células para evitar que el intruso pueda expandirse por el cuerpo.
Los tratamientos ante una alergia a la penicilina pueden variar según la gravedad de la reacción.
- En algunos casos, se puede tratar con antihistamínicos o corticoides, que reducen la capacidad de respuesta inmune.
- En los casos de reacciones más graves, se puede necesitar adrenalina o incluso hospitalización.