Las pulgas son insectos que saltan, no vuelan, por eso provocan un característica agrupación de puntitos rojos en una zona.
Las pulgas son pequeños parásitos que principalmente preocupan por las picaduras que afectan a las mascotas, pero si no se tiene cuidado también pueden picar a las personas, sobre todo en verano.
¿Dónde se pueden encontrar las pulgas?
Las pulgas son insectos que saltan, no vuelan, por eso provocan un característica agrupación de puntitos rojos en una zona. Cada pinchazo representa cada uno de los saltos que da para alimentarse de la sangre. La más común en España es la llamada pulga de los gatos. Pese al nombre puede saltar por igual a perros y humanos.
“Las pulgas no es un tema que tratemos habitualmente en urgencias, dado que no producen ni inoculan veneno. Es más un tema de veterinarios”, nos explica el doctor Emilio Salgado, de la Unidad de Toxicología Clínica del área de urgencias del Hospital Clínic de Barcelona.
La preocupación más importante es su capacidad reproductora. Una pulga puede poner hasta 25 huevos al día y mantener este ritmo un mes. Si no vamos con cuidado, nos pueden infestar la casa en poco tiempo.
Los huevos suelen estar en lugares húmedos y en la sombra. Buscan en especial restos fecales, de ahí que las granjas son un lugar ideal. Pero les sirve una caseta mal limpiada, una cama mal sacudida o una alfombra sucia.
¿Qué síntomas provocan las picaduras de pulga?
La picadura de pulga puede provocar dos tipos de cuadro muy concreto:
- Una reacción local en la zona donde ha picado. Su boca es como un taladro y al morder la piel para extraer la sangre provoca una pequeña herida e inflamación. Molesta como la picadura de un mosquito e incluso puede sangrar. “Algunas lesiones ocasionalmente pueden ser incluso especialmente dolorosas. No aquí. Es algo que se observa con un tipo de pulga, la llamada pulga de arena o nigua, que se encuentra básicamente en Sudamérica”, explica el doctor Salgado.
- Una dermatitis alérgica. Es una reacción más generalizada, en personas hipersensibles. Una señal de que la persona es alérgica a las pulgas, o en concreto a su saliva, es que la piel suele enrojecerse más.
¿Qué enfermedades pueden transmitir las pulgas?
- La peste bubónica puede transmitirse de animales como las ratas a humanos a través de las picaduras de pulgas infectadas. Ocurre sobre todo en países en desarrollo.
- Nuestro perro puede tener micoplasmosis o tenia, si se traga una pulga infectada, y en los gatos provocar una infección más severa.
¿Cómo se curan las picaduras de pulga?
Las heridas de las pulgas hay que tratarlas para evitar las infecciones y para que se cierren lo antes posible. Lo habitual es limpiar con agua y jabón la herida. Si se infectan pueden provocar fiebre.
Si el médico lo considera necesario, se pueden administrar antiinflamatorios y antibióticos. Y en caso de que la persona sea alérgica, se puede actuar con tratamientos específicos, como son antihistamínicos.
Muchas veces el problema no es la herida de la pulga en sí, sino la que nos provocamos al rascar muy seguido en la misma zona.
La localización de las picaduras también es importante. Suelen picar en los tobillos, rodillas, axilas o ingles. Hay zonas especialmente sensibles, como pueden ser los genitales de los niños. En esos casos, es mejor consultar con el médico.
¿Cómo evitar las picaduras de pulga?
La mejor manera de evitar que acabemos con un problema de pulgas es con limpieza, prudencia y controlando a nuestras mascotas.
Los perros y los gatos que dejamos salir a pasear es mejor que hayan sido tratados. Hay insecticidas específicos que se absorben por la piel y se almacena para salir poco a poco, por lo que duran meses.
Si hacemos salidas al campo en vacaciones, la ducha posterior es importante. En visitas a granjas, unas botas no irían mal.