Probablemente pienses que en España pocas lecciones pueden darnos sobre las bondades de la siesta, esa costumbre tan nuestra que consiste en dormir alrededor de 30 minutos después de comer para recuperar energías. Pero hay otro tipo de siesta muy distinta que practican los japoneses y que aquí resulta, como mínimo, sorprendente. Se llama inemuri y se define como la costumbre japonesa de dormir en el trabajo. De entrada, no suena nada bien. ¿Qué pensaría tu jefe si te ve durmiendo frente al ordenador? Pero si la analizas a fondo tiene muchas ventajas para la salud.
El origen de la siesta japonesa
Lo que en España se vería como una señal de pereza, en Japón quedarse dormido en el trabajo se ve como una señal de trabajar duro y de dedicación.
El inemuri o siesta japonesa es una costumbre relativamente nueva en el país nipón. Se remonta a los años 80, cuando Japón experimentó un auge económico. Ante esa situación, se forjó la mentalidad del trabajador japonés de ser el primero en llegar y el último en irse. Y todo a costa de robar horas de sueño. Esta forma de actuar solo se explica si se entiende la cultura y la historia de los japoneses, que durante mucho tiempo han sido educados para seguir las normas. Obviamente eso no encaja en otras culturas.
Para compensar esa falta de sueño debido a la dedicación al trabajo, los japoneses aprovechaban la pausas en reuniones largas, durante el almuerzo o en otras situaciones para dormir unos minutos y recuperar la energía. Así se inventaron el inemuri, que podría traducirse como "estoy presente mientras duermo" porque te puedes despertar en cualquier momento para seguir con tu actividad.
Siesta en la cafetería
El inemuri ha evolucionado y los japoneses, aunque siguen teniéndolo integrado en su trabajo, lo han potenciado para poderlo practicar en otros lugares que no sea el trabajo. Por ejemplo, en Tokio hay cafeterías donde se han instalado cabinas para echar una siesta japonesa de 20 minutos.
Una idea genial porque permite dormir el tiempo suficiente para combatir la fatiga aunque no puedas hacerlo en casa.
Es cierto que en Japón echar una cabezadita en cualquier sitio está bien visto. Aquí no pensamos lo mismo porque lo asociamos a agotamiento. Sin embargo, dormir una siesta de apenas 10 minutos puede ser muy beneficioso para la salud, y si no puedes hacerla en casa vale la pena explorar otras posibilidades para echar una cabezadita.
Beneficios de las siestas cortas
La creencia popular es que la siesta debe durar 30 minutos para que realmente haga efecto y combata el cansancio, pero en realidad dormir solo 10 minutos ya tiene efectos beneficiosos.
Un estudio de la National University of Singapore publicado en Sleep comparó el efecto de las siestas de 10, 30 y 60 minutos. Midieron el efecto en el estado de ánimo, la somnolencia, el rendimiento cognitivo y la memoria. Comprobaron que tanto las siestas de 10 minutos como las de 30 o una hora tenían claros beneficios en el estado de ánimo, la somnolencia y el estado de alerta; un efecto positivo que duró hasta 4 horas después de la siesta. Por tanto, incluso las siestas de 10 minutos ayudan a cargar pilas.