Qué es el síndrome de Guillain-Barré y qué síntomas tiene

En el síndrome de Guillain-Barré el sistema inmunitario ataca los nervios provocando debilidad muscular y entumecimiento de las extremidades. Se desconoce la causa pero las infecciones o algunas vacunas pueden actuar como desencadenante.

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Qué es el síndrome de Guillain-Barré que se relaciona con la vacuna de Janssen
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El síndrome de Guillain-Barré es un trastorno poco común que hace que el sistema inmunitario ataque a los nervios. La debilidad y el hormigueo en las extremidades son los primeros síntomas, y en casos muy severos la persona puede quedar prácticamente paralizada.

El sistema inmunitario ataca los nervios

Los nervios del sistema nervioso periférico conectan el cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo. Por tanto, si hay una lesión en estos nervios se dificulta la transmisión de información y los músculos tienen problemas para responder a las señales del cerebro.

Esto es lo que ocurre en el síndrome de Guillain-Barré. La causa exacta que lo provoca se desconoce, aunque según señala la Clínica Mayo dos tercios de los pacientes han sufrido una infección las seis semanas anteriores. El síndrome también puede aparecer tras una cirugía o una vacuna como la de la gripe u otras vacunas infantiles.

Síntomas del síndrome de guillain-barré

Según señala la Organización Mundial de la Salud, los síntomas suelen durar pocas semanas y la mayoría de pacientes se recupera y no sufre complicaciones neurológicas.

  • Los primeros síntomas son debilidad y sensación de hormigueo en los pies y las piernas que se extienden al tronco, los brazos y la cara.
  • Conforme la lesión en los nervios va avanzando, esa debilidad puede convertirse en parálisis de las piernas o los brazos. Hay dificultad para caminar y dolor punzante o calambres que se intensifican por la noche. También puede haber dificultad para controlar la micción y la evacuación.
  • En un 20% o un 30% de los casos se ven afectados los músculos torácicos y se dificulta la respiración. Se acelera la frecuencia cardiaca y puede haber presión arterial alta o baja.
  • En los casos graves los músculos faciales se ven afectados, lo que dificulta el habla, la masticación y la deglución. Son casos potencialmente mortales y deben tratarse en unidades de cuidados intensivos.

La OMS señala que, aunque la mayoría de los casos (incluso los más graves) se recupera totalmente, entre un 3% y un 5% de los pacientes mueren por complicaciones como la parálisis de los músculos respiratorios, septicemia, trombosis pulmonar o paro cardiaco.

Una emergencia médica

El síndrome de Guillain-Barré no es un trastorno único. Hay varios tipos y el más habitual en América del Norte y Europa es la polirradiculoneuropatía desmielinizante inflamatoria aguda.

En este tipo, el síntoma más común es la debilidad muscular que empieza en las extremidades inferiores y se extiende hacia arriba.

Este síndrome es una emergencia médica que requiere atención inmediata porque puede progresar rápidamente.

Acude enseguida al médico si sientes un hormigueo en los pies o las manos que notas que se extiende rápidamente, te atragantas con la saliva o te cuesta respirar.

Tratamiento del síndrome de guillain-barré

El problema de este síndrome es que puede avanzar muy rápido, por eso los pacientes deber ser hospitalizados enseguida. No hay que olvidar que es un trastorno potencialmente mortal.

Por un lado, hay que controlar su evolución para evitar complicaciones y, por otro, administrar tratamiento para mejorar los síntomas.

Entre las medidas de control del paciente se incluyen, según la OMS, el monitoreo de la respiración, la actividad cardiaca y la tensión arterial.

  • Los pacientes con dificultad para respirar necesitan ventilación asistida y hay controlar complicaciones como arritmias, infecciones, trombosis e hipertensión o hipotensión.

El síndrome de Guillain-Barré no tiene cura, pero sí hay fármacos para mejorar los síntomas:

  • En la fase aguda de la enfermedad se trata con inmunoterapia como las inmunoglobulinas intravenosas para eliminar los anticuerpos. Recordemos que en este trastorno es el propio sistema inmunitario el que ataca los nervios.
  • Conviene iniciar el tratamiento entre 7 y 14 días después de la aparición de los síntomas.

Si persiste la debilidad muscular tras la fase aguda de la enfermedad, los pacientes pueden necesitar rehabilitación para fortalecer la musculatura y recuperar la movilidad.

La mayoría de los pacientes se recuperan totalmente y, pasados 6 meses, entre el 60 y el 80% de los afectados pueden caminar normalmente.