Esto es lo que le pasa a tu cuerpo cuando te duchas con agua fría

Bañarse o ducharse con agua fría provoca ciertas reacciones en el cuerpo (en los músculos, el corazón...) que pueden ser beneficiosas en algunas situaciones. Pero también hay que tener cierta precaución.

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ducha fría
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Ducharse con agua fría es revitalizante y puede tener algunos beneficios para la salud, pero hay que ir con cuidado si se tiene algún problema de base. 

Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

Desde la antigüedad se otorgan múltiples beneficios a las duchas o baños con agua fría, como una mejor circulación, un mayor de ánimo y de alerta o una recuperación muscular más rápida. Sin embargo, las duchas frías pueden no ser adecuadas para todas las personas y en todas las situaciones. 

La realidad es que se sabe poco sobre cómo actúa el agua fría. “No hay muchos estudios”, admite el doctor Alberto Cerrada, vocal de la Sociedad Española de Hidrología Médica, y director de centro de talasoterapia Elba, en Estepona.

Ducha de agua fría para los músculos

Desde un punto de vista de tratamiento estrictamente médico, el agua fría sí es útil como primera actuación para recuperar el músculo.

  • En el caso de sobrecarga y lesiones musculares, especialmente en deportistas, meterse en agua fría es un buen tratamiento como antiinflamatorio agudo. Provoca una leve contracción y evita la inflamación. De hecho, muchos deportistas lo utilizan en la recuperación tras una actividad muy intensa.

A personas con varices o insuficiencia venosa les va bien caminar en agua fría

  • Los baños parciales también se aconsejan a menudo para personas con problemas de circulación venosa. Si se sumergen las piernas a media altura en la orilla del mar y se camina va a hacer que las venas se contraigan y conseguirán un mejor retorno de la sangre al corazón. A las personas con varices o insuficiencia venosa crónica les puede beneficiar.

Beneficios para la circulación de las duchas frías

Desde el punto de vista fisiológico, al meterse en el agua fría se producen una serie de reacciones:

  • Vasoconstricción, un importante estrechamiento de los vasos sanguíneos.
  • Se acelera el ritmo cardíaco.
  • Sube la tensión arterial.
  • Aumenta la frecuencia de la respiración.

En el momento de salir, se dan los efectos contrarios: hay vasodilatación, bradicardia (descenso del ritmo cardiaco) y sensación de descanso y tranquilidad.

Se trata de una estupenda gimnasia vascular”, resume el doctor Cerrada. Pero para conseguir este efecto no es necesario ir a la costa se puede conseguir en casa o en un spa.

En un spa la ventaja es que hay más control y seguridad que en casa o la playa

Este efecto es el mismo que podemos tener al hacer una ducha de contrastes, la famosa ducha escocesa, que combina chorros de agua caliente seguidos de otros de agua fría.

O también en los circuitos de centros termales y de talasoterapia, donde se pasan de piscinas de aguas cálidas a otras frías.

La ventaja de hacerlo en un centro es que tenemos el control del agua, que suele estar a unos 10-15 grados, sin grandes variaciones, y que hay siempre especialistas para poder ayudarte si te encuentras mal”, explica el doctor Cerrada.

Duchas con agua fría: ¿las puede hacer todo el mundo?

Los baños o duchas de agua fría están recomendados a casi todo el mundo.

Hay que vigilar que no se tenga ninguna problema de base. Si se está en estado febril, convaleciente de alguna intervención, se sufre del corazón o alguna patología grave de base, no se debe aconsejar.

Este microchoque puede preparar al cuerpo para reaccionar mejor ante un infarto

La lógica debe primar antes de adentrarse en el agua. No debemos olvidar que estos choques de agua fría son como una microagresión al cuerpo”, recuerda el doctor.

Pero a una persona sana, yo lo recomendaría sin duda -explica el doctor-, porque el cuerpo se adapta a esa temperatura con unos cambios fisiológicos, que actuarán como forma preventiva en un posible evento adverso futuro.El cuerpo está acostumbrado a reaccionar en estos microestímulos. Ante un problema posterior, por ejemplo cerebrovascular o cardiaco, podría reaccionar mejor”.

Las duchas de agua fría mejoran las defensas 

Estos baños fríos también mejoran el sistema inmunitario. Un estudio holandés publicado en el 2016 en la revista Plos One así lo confirma.

Las personas que se daban duchas de agua fría diaria tuvieron casi un 30% menos de enfermedades.

  • El estudio también estableció que basta con 30 segundos de ducha fría para que se constate ese efecto protector. Los grupos que permanecían en agua fría periodos más largos, de un minuto o dos, no tuvieron mejor resultado.

¿Las duchas de agua fría ayudan a adelgazar?

No está tan claro que el agua fría sea un método de adelgazamiento. Es cierto que en sí mismo produce efecto quemagrasas, pero con matices:

  • Al entrar en el agua forzamos al cuerpo a contraerse y a generar calor para compensar la pérdida de temperatura en la piel y mantener a los órganos internos protegidos.

Se acelera el metabolismo pero los efectos no son duraderos

  • Cuando eso ocurre, el metabolismo se acelera lo que exige un mayor consumo energético. Eso se consigue quemando la grasa del cuerpo.

Sin embargo, no es que esta sea una buena estrategia como plan de adelgazamiento. Es probable que luego se recupere rápidamente la grasa perdida con la alimentación.

Cómo y cuándo bañarse en agua fría

En todas las aguas de la Península Ibérica se mantiene una temperatura adecuada para poder hacer estos baños fríos.

Lo que podría resultar más agresivo es bañarse en agua helada (cómo hacen en los países nórdicos) y que en determinados casos puede producir hipotermias”, apunta el doctor Cerrada.

  • Tampoco hay que exceder el baño. No pasarse de los cinco minutos para no forzar demasiado nuestra maquinaria.

No es aconsejable el baño en aguas heladas. Aquí el mar está más templado

Luego habrá que secarse bien y abrigarse. Una bebida caliente reconfortante también ayuda.

Si se siguen estas pautas no hay razón para no convertir los baños invernales en una sana costumbre, que puede incluso ser diaria.

Duchas con agua fría: ¿aptas a cualquier edad?

  • No hay una edad desaconsejada para dejar este tipo de baños, como no hay una edad en la que ya se es demasiado mayor para empezar.

Va a depender no tanto de la edad como del estado físico. Una persona de cuarenta años, pero con factores de riesgos cardiovascular y con salud débil quizá ya no le convenga”, dice el doctor.

Si uno persona está acostumbrada a bañarse cada semana, puede seguir bañándose mientras su cuerpo se encuentre bien hasta una edad elevada.

  • Lo más razonable es consultar con el médico de cabecera, que te conocerá mejor y sabrá tus antecedentes médicos y tu situación clínica actual.

¿Es mejor la ducha o el baño con agua fría?

Con las duchas tienes un mejor control de la temperatura. Y además se puede hacer más localizada, pues diriges el chorro a donde te interesa.

  • Para procesos articulares, con músculos cargados después de un ejercicio intenso, es más recomendable dirigir el chorro hacia allí. Mientras que en un baño contraes toda la musculatura.

Al no haber una inmersión, tampoco hay tanta tensión en el corazón. Al sumergirse en el mar sí se produce una cierta presión del agua.

La presión que el agua ejerce sobre el corazón se evita en la ducha

Por otra parte, el agua de mar es siempre más beneficiosa que el agua de la ducha, por sus sales minerales disueltas.

  • Y no olvidemos que las caídas, por un suelo del baño resbaladizo pueden ser más peligrosas que el agua en sí. Un resbalón o tener una bajada de tensión por el cambio brusco de temperatura, que haga que te marees, pueden acabar en una caída y un disgusto.