El aloe vera favorece la curación de las llagas.
Las aftas o llagas son unas pequeñas úlceras que aparecen en la boca por diversas causas: una bajada de las defensas, un aporte insuficiente de nutrientes, trastornos digestivos y estrés. En algunas ocasiones son reacciones alérgicas.
Todo ello puede provocar una infección puntual o recurrente (por hongos, virus o bacterias). No son graves pero resultan muy molestas, incluso dolorosas, sobre todo cuando consumimos productos con mucha sal. Además, pueden llegar a provocar algo de hinchazón en la zona y hacer más fácil que te muerdas sin querer.
La medicina natural te ofrece alternativas para aliviarlas si las tienes o evitar que aparezcan cuando hay predisposición. El especialista Javier Mansa nos las descubre.
No olvides que un gran porcentaje de las llagas, sobre todo cuando son puntuales, se deben a que la persona está comiendo una dieta poco adecuada, a base de platos precocinados o mal equilibrada. Así que la primera norma es dedicarle un poco más de tiempo a pensar y preparar los menús con productos de calidad frescos y llenos de nutrientes.
Hielo
Hay algunos remedios sencillos y rápidos que seguramente tendrás a mano para aliviar las llagas. Cuando causan dolor, puede ser útil aplicarse un hielo o ir chupándolo para que el frío calme la molestia.
Sal
Disolver una cucharadita de sal en medio vaso de agua tibia y realizar enjuagues puede proporcionar alivio y acelerar la curación de las llagas por su efecto antiséptico. Este remedio puede provocar escozor.
Áloe vera
Su gel al 99% de pureza se utiliza como cicatrizante, aplicándolo directamente en las aftas de 1 a 3 veces al día, durante 7 a 10 días.
Látex de drago
La savia de este árbol es un potente cicatrizante. También es desinfectante y estimula el crecimiento de los tejidos dañados. Se aplica sobre las lesiones, 2 o 3 veces al día, durante una semana.
Regaliz
La raíz de esta planta favorece la cicatrización y reduce el dolor. Se utiliza masticándola dos minutos o en enjuagues (se prepara una decocción con una cucharada sopera de raíz por vaso), de 1 a 2 veces al día.
SUPLEMENTOS DE PROBIÓTICOS
Las bacterias beneficiosas tan necesarias para el buen funcionamiento de nuestro sistema digestivo reducen la incidencia de infecciones en la boca al equilibrar la flora bucal. Los más eficaces son el Lactobacillus reuteri, L. acidophilus, L. casei, y L. rhamnosus. Adecuados en aftas puntuales o para tomar de forma preventiva.
Complejo B
El déficit de este grupo de vitaminas puede ser la causa de aftas. Se recomienda un complejo de 25 a 50 mg de cada vitamina del grupo B al día (con al menos 400 mcg de ácido fólico y B12).
Suplemento de arabinogalactanos
Es una sustancia obtenida del árbol alerce que aumenta la actividad inmunitaria. Indicado cuando la causa de las llagas es una bajada de defensas. La dosis es de 300 a 900 mg al día repartido entre 1 y 2 tomas, durante 7 o 10 días en casos agudos (dosis más elevadas), y durante 1 o 4 meses en procesos crónicos, a dosis más reducidas.
Enjuagues a base de plantas
Prepara una decocción con una mezcla a partes iguales de caléndula (pétalos), orégano (hojas), tomillo (sumidad florida), regaliz (raíz) y cola de caballo (planta).
Cuece una cucharada sopera de esta mezcla por cada vaso de agua 5 minutos. Deja reposar 10 minutos, cuela y añade el zumo de ½ limón. Haz de 1 a 3 enjuagues al día tras las comidas hasta ver una mejora.
Otra opción es preparar una infusión de algún digestivo, como manzanilla o poleo, al que añadirás diez gotas de aceite esencial de árbol de té. Este aceite es un potente antiséptico que te ayudará a eliminar las bacterias que puedan haber provocado las llagas.