La rinitis alérgica provoca una serie de molestos síntomas como estornudos, congestión, goteo nasal, picor…
La rinitis es la respuesta más frecuente de las alergias y se produce debido a una inflamación de la mucosa nasal. Esto provoca una serie de síntomas que pueden ser muy molestos.
- “Podemos decir que, en sociedades occidentales desarrolladas como la nuestra, aproximadamente 1 de cada 4-5 personas son susceptibles de padecer rinitis alérgica”, concreta el doctor Carlos Colás, Jefe del Servicio de Alergología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza.
¿Cuáles son los síntomas de la rinitis alérgica?
La rinitis alérgica es una reacción a pequeñas partículas en el aire llamadas alérgenos. Ocurre cuando una persona sensible a ellas las inhala por la nariz o la boca y su cuerpo reacciona liberando una sustancia química natural llamada histamina.
Aunque suele asociarse a la primavera, por el polen de los árboles y las plantas, hay otras causas comunes como los ácaros del polvo, el moho o la caspa de las mascotas.
Los síntomas de la rinitis alérgica incluyen estornudos, congestión nasal e irritación de la nariz, la garganta, la boca y los ojos, picor, goteo nasal...
“El riesgo de desarrollar asma es entre 2 y 3 veces más alto en las personas con rinitis”
Y esto no solo tiene consecuencias para la salud de los afectados.
- Un estudio llevado a cabo por la SEAIC hace unos años, que coordinó el doctor Colás, muestra que la pérdida de productividad laboral causada por la rinitis alérgica es de un 30%. “La repercusión social y económica es enorme”, añade.
¿Cómo se trata la rinitis alérgica?
Hay personas que se resignan a sufrir rinitis alérgica año tras año, con la excusa de que es algo temporal.
Pero, en opinión del doctor, “los pacientes deben darse cuenta de que hacerlo y limitar sus actividades de ocio, su rendimiento laboral y su descanso nocturno no tiene ningún sentido. Hay tratamientos que pueden corregir perfectamente esos síntomas y hacer que la rinitis alérgica sea mucho más llevadera”.
- “Probablemente en más del 70 o el 80 % de los pacientes podemos llegar a conseguir un control total de la rinitis alérgica con un tratamiento adecuado”, insiste el experto.
De entre ellos, el doctor destaca especialmente:
- La combinación de corticoides nasales tópicos con antihistamínicos.“Es una de las terapias farmacológicas más eficaces que hay para tratar la rinitis alérgica” según él.
- La inmunoterapia. “Son las famosas vacunas para la alergia”, nos aclara, que “consiguen aplacar la respuesta inmunológica alterada del organismo y que, tanto los síntomas como la repercusión en la vida del paciente, sea la mínima posible”.
¿Qué hacer para evitar la rinitis alérgica?
El aire que respiramos se impregna de los pólenes de las plantas, la caspa de las mascotas o los ácaros de polvo. Pero tomando sencillas medidas puedes hacer que tu contacto con estas sustancias que a veces provocan alergias sea menor. Por ejemplo:
- Usar mascarilla puede hacer que tu contacto con los alérgenos del aire sea menor. Eso sí, el doctor aconseja elegirlas de tipo FFP2, de mayor potencia filtrante que las quirúrgicas.
"La alergia al polvo es más frecuente en zonas húmedas y de costa"
- Si puedes, evita salir a la calle en las horas centrales del día, porque es cuando más polen hay en el aire. Y si te mueves en coche, cierra las ventanillas.
- En casa, usar un purificador de aire puede ayudarte a mantenerlo más limpio de ácaros o de polen. Si eres alérgico al polen ventila la casa solo a primera hora de la mañana, pero si lo que te causa la rinitis es el polvo hazlo a menudo.
- A la hora de limpiar, decántate por opciones que no remuevan el aire: por ejemplo, en vez de barrer es mejor que aspires, y a la hora de quitar el polvo hazlo con un paño húmedo y no con un plumero.
- Limpia tus fosas nasales con suero fisiológico o agua de mar. Te ayudará a arrastrar las posibles partículas del alérgeno. Es una opción más natural a los descongestionantes nasales (no debes abusar de ellos porque pueden provocar un efecto rebote).
Y, si tu rinitis altera mucho tus rutinas diarias, ve al médico sin dudarlo. “El objetivo principal del tratamiento no es que el paciente tenga menos síntomas porque sí, sino para poder normalizar su actividad y su vida. Por ejemplo, si le gusta pasear o hacer deporte al aire libre, que pueda hacerlo”, concluye el Dr. Colás.