Tomar mucho tiempo medicamentos para la hipertensión puede dañar los riñones

Los fármacos que se suelen tomar para la tratar la hipertensión como los IECA o los ARAII pueden dificultar el flujo sanguíneo por estos órganos a largo plazo. No hay que dejar de tomarlos, pero sí investigar más sobre sus efectos.

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Los fármacos para la hipertensión pueden dañar el riñón
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Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

La hipertensión arterial crónica afecta a más de mil millones de personas en todo el mundo.

Aunque se calcula que más de 700 millones están sin tratar, son muchas las que toman dos o tres fármacos a diario para tener unos niveles de presión arterial idóneos.

Indudablemente los tratamientos para la hipertensión salvan vidas, pero un nuevo estudio de la Universidad de Virginia sugiere que medicamentos como los IECA y otros habitualmente recetados para controlar la presión arterial alta podrían estar dañando los riñones.

Los autores del estudio subrayan que no hay que dejar de tomarlos, pero sí aconsejan que se realicen más estudios para comprender mejor los efectos a largo plazo de estos fármacos.

Tratamientos para la hipertensión

El número de adultos de entre 30 y 79 años con hipertensión ha aumentado de 650 millones a 1280 millones en los últimos treinta años en todo el mundo, según un estudio del Imperial College de Londres y la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicado en The Lancet.

Se calcula que 700 millones de personas no se tratan esta enfermedad que es la primera causa de muerte cardiovascular, pero el resto sí tomarían fármacos para la hipertensión.

  • El tratamiento habitual para la hipertensión consiste en un diurético que suele acompañarse de un IECA o un ARA II (bloquean el sistema renina-angiotensina, un mecanismo que tiene el organismo para regular la presión arterial).
  • Si con estos dos fármacos no se controla la presión arterial puede añadirse un bloqueante del canal del calcio (relajan los vasos sanguíneos al reducir el calcio que entra en las células).

Según las guías médicas, este es el tríofarmacológico que mejor funciona.

Si no se logra controlar la presión arterial y los niveles están por encima de 140/90 mmHg (lo ideal es 120/80 mm Hg) nos encontraríamos ante una hipertensión resistente.

En este caso deberían administrarse más fármacos como los betabloqueantes o los alfabloqueantes.

cómo afecta a LOS RIÑONES

Los fármacos antihipertensivos logran controlar la presión arterial pero, en los casos más graves, los pacientes también suelen sufrir un engrosamiento de las arterias y de los pequeños vasos sanguíneos de los riñones, lo que provoca daños en estos órganos.

Los investigadores de la Universidad de Virginia decidieron estudiar por qué ocurre esto. Y descubrieron que la clave estaba en unas células renales especializadas llamadas células de renina:

  • Estas células producen renina, una hormona vital que ayuda al cuerpo a regular la presión arterial.
  • Pero si se producen cambios dañinos en estas células, pueden acabar invadiendo las paredes de los vasos sanguíneos de los riñones.
  • Después, las células de renina desencadenan la acumulación de otro tipo de células, las células del músculo liso, que hacen que los vasos se engrosen y se endurezcan.

El resultado es que la sangre no puede fluir a través del riñón como debería.

efectos secundarios de los antihipertensivos

Los investigadores comprobaron que el uso a largo plazo de medicamentos que inhiben el sistema renina-angiotensina, como los lIECA o un ARA II, tienen un efecto similar.

  • Es decir, provocan alteraciones dañinas en las células de renina, lo que puede acabar dificultando la circulación sanguínea en los riñones.

Estos fármacos se recetan para diversas afecciones, no solo para la hipertensión. También se administran en caso de insuficiencia cardíaca congestiva e infarto, así como para prevenir problemas cardíacos importantes.

Los autores del estudio insisten en que estos fármacos salvan vidas y no es aconsejable dejar de tomarlos, pero hay que seguir investigando para averiguar hasta qué punto pueden dañar estos fármacos los riñones.

  • Y sobre todo para descubrir qué moléculas provocan esos cambios dañinos en las células de renina.

Una vez identificadas, "podría contrarrestarse su efecto y prevenir el daño mientras la hipertensión se trata con los medicamentos disponibles en la actualidad", concluyen los autores del estudio.