Dormir bien es muy importante para nuestra salud. Los trastornos del sueño son uno de los problemas más extendidos entre la población, ya sea por dificultad para conciliar el sueño como por despertarnos a lo largo de la noche.
El recurso de medicarse con somníferos para poder resolver el problema no tendría que ser una solución generalizada. Sobre todo, porque detrás de este problema suele haber unas causas más profundas que hay que tratar y que no resuelven las pastillas. Además, los somníferos tienen importantes efectos secundarios.
Un estudio elaborado en Estados Unidos ha comprobado científicamente que confiar nuestro sueño a la medicación permanentemente, además de contraproducente, no tiene ninguna utilidad.
No mejora la calidad del sueño
El estudio estuvo siguiendo la evolución del sueño de dos grupos de mujeres.
- Todas de mediana edad, alrededor de los 50 años.
- Casi todas señalaban que tenían dificultad para dormirse o se despertaban a menudo a media noche al menos tres veces por semana.
- Otra parte de las participantes se quejaba de que se despertaba antes de hora al menos uno de cada tres días y no podía volver a dormirse.
De todas ellas, 238 estuvieron tomando somníferos durante al menos 1 o 2 años. Y 447 no se medicaron.
"No hay evidencias científicas de la eficacia de los somníferos a largo plazo", asegura el estudio
En el análisis del estudio se confirmó que, al cabo de un año, las mujeres que seguían teniendo problemas de sueño eran prácticamente los mismos en los dos grupos.
- No hay diferencias estadísticamente significativas.
Al cabo de dos años, los resultados seguían siendo los mismos. Las mujeres que aún consumían somníferos seguían padeciendo trastornos en un porcentaje similar a las que no tomaban.
buscar las causas del insomnio
“Los problemas de sueño están creciendo al igual que el consumo de somníferos, y a menudo se utilizan durante largos periodos pese a que no hay evidencias científicas de su eficacia”, explican los autores del estudio.
Hay que señalar que es un trabajo científico que analiza datos. No ha buscado otras interpretaciones ni puede establecer qué causa la falta de sueño.
Es más, casi la mitad de las participantes eran fumadoras y una de cada cinco admitía un consumo moderado o grande de alcohol. Son dos factores que pueden alterar la calidad del sueño.
El estudio no niega que los fármacos pueden funcionarles a algunas personas con insomnio y otros problemas de sueño a lo largo de los años. Sin embargo, sus resultados dejan patente que, al menos en personas de mediana edad, habría que analizar su utilidad antes de prescribirlos.
En ese sentido, antes que recurrir a estos f��rmacos, ha de ser una prioridad:
- El análisis de los motivos profundos (problemas psicológicos, psiquiátricos, estrés...).
- Aplicar una higiene del sueño adecuada (no ver pantallas antes de acostarse y no trasnochar).
- Recurrir a métodos naturales (esencias relajantes, por ejemplo).
España dispara el consumo de somníferos
En España, tanto pacientes como profesionales médicos tendrían que prestar atención a este estudio, puesto que somos uno de los países donde más somníferos se consumen.
Ya antes de la pandemia, un estudio elaborado por la Asociación de Médicos de Atención Primaria (Semergen) alertaba que España era el país europeo que más recurría a benzodiacepinas para intentar solucionar el insomnio.
- El informe alertaba que, en los años de la crisis económica de hace una década, el consumo aumentó un 57%.
Esta cifra no llegó a caer en los años posteriores. Y con la llegada de la pandemia hemos vuelto a sufrir un nuevo repunte.
- Entre el primer trimestre de 2020 y el de 2021 la venta de somníferos ha crecido un 58%, según datos de PromoFarma.
Durante la pandemia se ha vuelto a disparar el consumo de psicofármacos
No en toda España la repercusión ha sido igual. En Castilla-León, Aragón, Andalucía y Galicia este incremento ha sido más acusado. Especialmente preocupante en la provincia de Zamora.
Respecto a las grandes poblaciones, tanto Madrid como Barcelona tuvieron unas subidas similares, en torno al 46%. Valencia, sin embargo, superó la media con un aumento del 64%.
No obstante, se ha de hacer notar que en estos datos se incluyen todo tipo de tratamientos y no solo los recetados. También productos de parafarmacia más suaves y que no requieren prescripción médica.