Qué es la vasculitis, la enfermedad que sufre Esther Cañadas y le provocaba fuertes dolores

La vasculitis que sufre Esther Cañadas es una enfermedad que provoca una inflamación de los vasos sanguíneos. Según el lugar donde se produzca, los síntomas son distintos. En el caso de la modelo le provocaba dolores horribles.

Actualizado a
Pablo Cubí
Pablo Cubí del Amo

Periodista

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GTRES

La modelo Esther Cañadas ha explicado que sufre vasculitis, una enfermedad de los vasos sanguíneos.

Esther Cañadas llegó a lo más alto en el mundo de la moda en la década de los 90 y el 2000 pero de pronto desapareció de la escena pública.

En una entrevista ofrecida al programa de TVE "Las tres puertas" de María Casado, la que fuera una supermodelo ha profundizado en las causas que la alejaron de los focos. Esther explicó que le diagnosticaron vasculitis, una enfermedad del sistema inmunológico que ataca las venas, arterias y capilares y que le hacía padecer dolores horribles: ''bastante tenía con no morirme''. Según la modelo, fue el estrés de la profesión lo que le propició la enfermedad, aunque puede estar causada por muchos factores.

El actor Aston Kutcher es otro de los famosos afectado por esta enfermedad. "Destruyó mi visión, destruyó mi audición, destruyó todo mi equilibrio", explicó Kutcher, que tardó cerca de un año en recuperarse y controlar la enfermedad.

¿Qué es la vasculitis?

Vasculitis significa inflamación de los vasos. Se hinchan las venas, arterias e incluso los vasos más diminutos, llamados capilares por tener el grosor de un cabello.

  • No es una única enfermedad, sino que se han detectado hasta 11 tipos distintos de vasculitis.

Pueden afectar a la mayoría de los órganos del cuerpo. Se suelen clasificar de formas múltiples, pero sobre todo de acuerdo al tamaño del vaso que se vea afectado. Así pueden ser de vaso grande, mediano y pequeño.

La principal consecuencia es que al inflamarse se reduce el paso de la sangre e incluso puede quedar totalmente cortado.

Las causas de la vasculitis

No se sabe bien por qué aparece la vasculitis. Sólo en uno de los tipos (la vasculitis cutánea) se ha visto que el desencadenante pueden ser fármacos o alguna infección. En los otros diez posibles casos no hay certezas de su causa.

Tampoco hay un segmento de población claramente en riesgo. Depende del tipo de vasculitis.

Hay 11 tipos diferentes y cada una afecta más a un sector de población

Puede desarrollarse a cualquier edad:

  • Hay tipos, como la arteritis de Takayasu, que suelen aparecer entre los 20 y 30 años.
  • Otras, como la vasculitis granulomatosa alérgica, es más común entre los 40 y 60 años.
  • La arteritis de células gigantes es más propia en ancianos.
  • La vasculitis tipo púrpura de Schoenlein-Henoch y la enfermedad de Kawasaki es más común entre los niños y adolescentes.

Lo mismo ocurre con las diferencias entre hombre y mujeres.

  • La arteritis de Takayasu, es mucho más frecuente en mujeres.
  • Y por ejemplo, las vasculitis llamada ANCAs positivas se da un poco más en los hombres.

Otras vasculitis afectan por igual. “Exceptuando la Arteritis de Takayasu, en general las diferencias según sexo no son tan marcadas como en otros síndromes como el lupus eritematoso sistémico”, especifica el doctor Ricardo Blanco, portavoz de la Fundación Española de Reumatología y jefe del servicio de Reumatología del Hospital Marqués de Valdecilla, en Santander.

Los síntomas de la vasculitis

Los síntomas generales comunes a todas las tipologías de vasculitis son:

  • Fiebre.
  • Cansancio y malestar general.
  • Pérdida de peso.
  • Según la zona afectada, al reducirse el riego sanguíneo puede provocar todo tipo de problemas: dolor (por ejemplo en el estómago), síntomas neurológicos (si afecta al riego del cerebro), fallo renal, etc.

¿Cuáles son las vasculitis más peligrosas?

La gravedad depende del tipo de vasculitis, pero muy especialmente del grado de afectación.

Una vasculitis ANCA positiva si solo tiene afectación localizada, por ejemplo, de vías respiratorias superiores, es más benigna que otras que afecten a los pulmones o riñones. La afectación pulmonar puede producir insuficiencia respiratoria, y la afectación renal en ocasiones puede ser causa de diálisis”, explica el doctor Blanco.

En el caso de la arteritis de células gigantes, la afectación ocular puede producir ceguera irreversible.

¿Cómo se trata la vasculitis?

El pronóstico y tratamiento depende también del tipo de vasculitis y el grado de afectación. Se pueden curar vasculitis de las que conocemos la causa: las cutáneas, por ejemplo, desencadenadas por fármacos o infecciones.

Pero en general, se trata de procesos crónicos, y que pueden reactivarse”, especifica el reumatólogo.

La mayoría de vasculitis son crónicas y se van reactivando con el tiempo

Muchas de ellas pueden requerir tratamiento permanente como las Vasculitis ANCA positivas, o la enfermedad de Behcet.

El tipo y duración del tratamiento debe individualizarse según el subtipo de vasculitis y el grado de afectación sistémica principalmente.

Avances en el tratamiento

Se ha investigado mucho, y se han obtenido buenos resultados tanto en el diagnóstico con la aplicación de distintas pruebas complementarias como en el tratamiento.

Se han obtenido mejoras tanto en el diagnóstico como en tratamiento

  • Para el diagnóstico de las vasculitis que afectan a los vasos sanguíneos grandes como son las aortitis, o la arteritis de células gigantes, se han observado buenos resultados con la ecografía y con el PET (la tomografía por emisión de positrones). Se localiza y detecta mejor la enfermedad.

En el tratamiento se ha demostrado que Tocilizumab es un fármaco eficaz en la arteritis de células gigantes. “Esto es especialmente útil al ser una vasculitis huérfana de tratamiento, que requieren dosis elevadas de corticoides y que tienen muchos efectos secundarios al tratarse de pacientes de mayor edad”, explica el doctor Blanco.

Igualmente en la enfermedad de Behcet se han obtenido buenos resultados con adalimumab en la uveítis y con apremilast en la úlceras orales.

atención en el embarazo

Igual que cualquier otra enfermedad inflamatoria, si una mujer con vasculitis quiere quedarse embarazada, debe planteárselo primero a su especialista.

  • Hay que asegurarse de que la vasculitis esté bien controlada y que los fármacos prescritos no sean perjudiciales para el feto.

En este sentido, “en este grupo de enfermedades tanto la prednisona como la azatioprina son fármacos relativamente seguros”, asegura el doctor Blanco.