Uno de los riesgos conocidos de trombos son los periodos largos de reposo.
Pero no hace falta hacer un viaje de avión de más de 3 horas o recuperarse de una operación que implique descanso en cama para aumentar la predisposición a sufrirlos.
Un estudio ha comprobado que mirar la televisión durante 4 horas al día o más se asocia a un 35% más riesgo de coágulos de sangre. La investigación se ha publicado en European Journal of Preventive Cardiology.
Inmovilización y trombos
Las situaciones de inmovilización pueden favorecer lo que se conoce como trombosis venosa profunda, es decir, que se forme un coágulo de sangre (trombo) en una o varias venas profundas del cuerpo, y lo habitual es que ocurra en las piernas.
Una afectación que puede llegar a ser muy grave porque el coágulo puede desplazarse por la sangre y llegar hasta una arteria de los pulmones y obstruirla, provocando una embolia pulmonar o tromboembolismo venoso (se bloquea el flujo de sangre al pulmón).
Y aunque pueda parecerte que no, pasar la tarde disfrutando de una maratón de series es también una situación de inmovilización si no te levantas del sofá en varias horas.
No se trata de una deducción lógica (no te mueves y aumenta el riesgo de trombos). Hay evidencia científica sobre ello.
No vale con hacer ejercicio después
Los autores del estudio aseguran que la afectación a nivel venoso si estás 4 horas o más sentado o estirado mirando la televisión no se compensa haciendo actividad física después porque el daño ya está hecho.
"Si vas a darte un atracón de televisión, debes tomar descansos. Puedes parar y estirarte cada 30 minutos o usar una bicicleta estática. Y evita combinar la televisión con bocadillos o snacks poco saludables", afirma el autor principal de estudio, el Dr. Setor Kunutsor de la Universidad de Bristol.
Metanálisis definitivo
Para comprobar el vínculo real entre ver la televisión y la trombosis venosa profunda, los autores analizaron los estudios que se han realizado sobre el tema e hicieron lo que se conoce como metanálisis.
Este tipo de investigaciones son las que ofrecen resultados más precisos y fiables porque analizan datos de muchísima población.
Así pues, estudiaron los casos de 131.421 participantes de 40 años que no sufrían trombosis venosa profunda al inicio del estudio.
La cantidad de tiempo dedicado a ver televisión se evaluó mediante un cuestionario y los participantes se clasificaron en dos grandes grupos:
Los que veían la televisión al menos cuatro horas por día, que se consideraron espectadores prolongados.
Los que la miraban menos de 2,5 horas por día.
Los participantes fueron seguidos en un promedio de tiempo que fue de 5 a casi 20 años. Y en ese periodo, 964 participantes desarrollaron trombosis venosa profunda.
Los investigadores analizaron el riesgo relativo de desarrollar trombos y descubrieron que los que veían la televisión 4 horas o más tenían un 35% más riesgo en comparación con los que la miraban menos de 2,5 horas.
Ver la tele, factor de riesgo de trombos
El índice de masa corporal, la edad o la actividad física son factores de riesgo de trombos.
A más edad, mayor sobrepeso y menos ejercicio, más probabilidades de sufrir esta alteración.
Pues bien, los investigadores vieron que ver la tele más de 4 horas seguidas era un factor de riesgo trombótico independientemente de que la persona fuera joven, estuviera en su peso o hiciera ejercicio después.
"Ver la televisión de forma prolongada implica una inmovilización. La sangre se acumula en las extremedidas en lugar de circular y eso puede favorcer la formación de coágulos", recuerda el Dr. Kunutsor.
"Igual que se aconseja a una persona caminar durante un vuelo de larga distancia o moverse después de una cirugía, habría que caminar un poco cada media hora cuando vemos la televisión o estamos sentados frente al ordenador", cocluye.
Cómo avisa un trombo en la pierna
Las siguientes señales alertan de que podrías estar sufriendo un trombo:
- Se inflama el pie y el tobillo y la hinchazón sube por la pierna.
- Notas calor y enrojecimiento en el área afectada.
- La zona hinchada puede provocar dolor, aunque el trombo también puede ser asintomático.
Los síntomas suelen afectar a una sola pierna. Si además aparece tos, dificultad para respirar o dolor en el pecho puede significar que el trombo se ha desplazado al pulmón.