La pleuritis es una inflamación del espacio que existe entre los pulmones y la caja torácica que los recubre, la llamada cavidad pleural.
Ese espacio está tapizado por una fina membrana llamada pleura, que ayuda a que el pulmón se deslice con cada movimiento respiratorio cuando respiramos.
En condiciones normales existe un poco de líquido que ayuda a “lubricar” las pleuras. Sin embargo, este puede inflamarse por una infección, vírica o bacteriana (una neumonía o una gripe como te ocurrió a ti), de tal manera que se produce más líquido de lo normal provocando derrame pleural.
Uno puede recuperarse totalmente con el tratamiento antibiótico y antiinflamatorio adecuado, como sucede durante una infección vírica, una neumonía o una tuberculosis, por ejemplo. Por eso no te preocupes.
En ocasiones pueden quedar “cicatrices” entre la hoja pleural, causando molestias temporales. Pero van desapareciendo con el curso del tiempo.