Más de 300 millones de personas en todo el mundo sufren ataques reiterados de asma. Una enfermedad diagnosticada a cerca de dos millones y medio de personas en nuestro país, según datos de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) y que presenta unas peculiaridades específicas en el caso de las mujeres.
Y es que, según la neumóloga Eva Martínez Moragán, miembro del Área de asma de SEPAR, "las hormonas sexuales femeninas influyen en la incidencia del asma a lo largo de las diferentes etapas de la vida de la mujer, en función de la cantidad que circulen por el organismo".
Justo antes de la menstruación es peor
Aunque la experta no cree que se pueda generalizar, sí considera que el ciclo menstrual empeora los síntomas de la mujer asmática. Esta influencia se manifiesta "durante los días previos a la menstruación o nada más iniciarse", detalla Martínez quien aclara que "no todas las mujeres asmáticas experimentan este agravamiento".
¿Cómo explica la ciencia esta relación causa-efecto? "Las variaciones en los niveles de las hormonas sexuales femeninas durante el ciclo menstrual podrían ejercer cierta influencia en distintos mediadores inflamatorios o metabólicos", responde la experta. "No obstante -añade- hasta ahora no se conoce con certeza la razón por la que sucede esto".
Los niveles de hormonas sexuales durante el ciclo influyen en las asmáticas
La influencia entre las hormonas y la enfermedad respiratoria parece ser de dos maneras, ya que "tanto puede incidir el ciclo menstrual en el asma como puede hacerlo en la intensidad de los brotes de la enfermedad", asegura la experta.
- Cuando se han comparado mujeres sanas con asmáticas, estas últimas presentan mayores alteraciones de las hormonas femeninas, lo que puede repercutir en desajustes en el ciclo menstrual. Ahora bien, para la especialista "son más preocupantes los empeoramientos del asma durante la menstruación, dado que en algunos casos pueden ser complicaciones graves".
Cómo afecta el asma al embarazo
"En términos generales, los estudios sugieren que las mujeres asmáticas tienen un mayor riesgo de tener partos prematuros y complicaciones gestacionales como preeclampsia, hemorragias, hipertensión arterial, placenta previa y necesidad de parto por cesárea", describe Martínez.
Los fármacos para el asma se pueden usar durante el embarazo
Además, la especialista destaca que "el feto es especialmente sensible a los cambios respiratorios de la madre que suceden durante una crisis de asma". Por lo que un mal control de esta enfermedad conlleva "un mayor riesgo para el feto que los posibles efectos de los fármacos empleados para tratarla".
De modo que "resulta conveniente no abandonar estos medicamentos durante el embarazo", concluye. En todo caso, conviene seguir a rajatabla las recomendaciones médicas.
- "Prácticamente todos los fármacos empleados en el control del asma atraviesan la placenta. Sin embargo, son pocos los que tienen repercusiones sobre el feto", afirma la experta quien recomienda un "tratamiento ajustado a la gravedad de la patología y en las dosis más bajas posibles para controlar los brotes y al mismo tiempo mantener a raya los posibles riesgos asociados al consumo de fármacos".
Aunque se ha demostrado que se puede continuar con la medicación prescrita, la experta aconseja "visitar durante el primer trimestre de gestación a un especialista para que evalúe la gravedad y en función de ella, ajuste la dosis".
la menopausia afecta al asma según tu peso
Al cumplir los 50, la mayoría de las mujeres entran en el período de la menopausia. Durante esta etapa de la vida, la función ovárica disminuye hasta desaparecer completamente dando por finalizada de edad fértil de la mujer. Esto se traduce en unos profundos cambios en su organismo, y entre los más importantes, los hormonales.
- Algunos trabajos muestran que "alrededor de la menopausia, es decir, en la llamada perimenopausia, hay un agravamiento de la situación clínica de las mujeres asmáticas e incluso una elevación de la incidencia de nuevos casos en el sexo femenino", apunta Martínez. Y es que, "está demostrado que en algunas pacientes el asma se inicia precisamente con la menopausia".
Sin embargo, "este nuevo panorama hormonal y sus consecuencias en la evolución del asma bronquial o su posible responsabilidad en la aparición de la enfermedad han llamado menos la atención entre los investigadores que la incidencia de los cambios hormonales durante la menstruación o el embarazo".
cumplidos los 50, las delgadas lo tienen peor...
Durante la vida fértil de la mujer, los estrógenos protegen su aparato respiratorio, una capacidad que se pierde al llegar la menopausia. A partir de entonces, la única fuente de esta hormona es la grasa del cuerpo, ya que esta sustancia sigue liberando estrógenos. Algo que no ocurre (o muy poco) entre las mujeres delgadas.
Ahora bien, también se ha comprobado que un exceso de kilos empeora los síntomas del asma. De modo, que un peso saludable te ayudará a controlar las enfermedades respiratorias más allá de los 50.