¿Los ataques de migraña pueden aparecer por hacer demasiado ejercicio?

Tengo migrañas y me he dado cuenta de que el ejercicio muy intenso me provoca ataques más fuertes. ¿Cómo puedo evitarlos? En ocasiones también me ocurre en mi lugar de trabajo.

Actualizado a

En realidad, la migraña tiene múltiples desencadenantes y uno de ellos puede ser la actividad física. Por eso, hay personas a las que, como tú, el ejercicio físico intenso les desencadena crisis de migraña.

De entrada, si es algo que sucede habitualmente, es importante evitar el ejercicio extenuante e hidratarse muy bien mientras se realiza la práctica de la actividad física. En algunos casos se puede valorar la toma de antiinflamatorios de forma preventiva.

No existe una norma general para evitar la migraña que se inicia con el ejercicio; cada persona debe evaluar cuidadosamente sus propios desencadenantes. Para conseguirlo puede servir de ayuda ir anotando en qué circunstancias aparece.

En general, y afortunadamente, a medida que la persona mejora en su forma física y tiene ciertas precauciones, como seguir las recomendaciones sobre una hidratación adecuada, el dolor de cabeza no suele desencadenarse con el ejercicio.

Por todos estos motivos, es importante encontrar la intensidad que conviene a cada uno, ya que, como es sabido, la actividad física realizada de forma regular tiene efectos beneficiosos en la salud en general. Y es que, además, del mismo modo que el ejercicio muy intenso puede provocar ataques, a muchas personas les puede ayudar a reducir el número de crisis de migraña.

En cuanto a la aparición de crisis de migraña en el lugar de trabajo, la adaptación del entorno en el que desarrollan su labor es muy importante para las personas que las sufren.

En primer lugar, cómo te sientas es muy relevante porque las posturas forzadas del cuello pueden facilitar la aparición de contracturas que desencadenan muchas crisis de migraña.

Por otro lado, en algunas personaslas luces intensas también pueden desencadenarlas, por lo que es recomendable utilizar niveles bajos de luminosidad en la pantalla del ordenador e intentar trabajar en ambientes suficientemente iluminados, pero no de manera excesiva y preferentemente con luz natural.

Además, muchas personas con migraña son muy sensibles al exceso de ruido y deberían de trabajar en un ambiente poco ruidoso.

Finalmente, la migraña aparece de forma inesperada y es posible que haya momentos en que la productividad laboral de la persona afectada se vea reducida por la presencia de dolor de cabeza y que esta molestia intensa le impida trabajar con normalidad.

Por eso, sería ideal poder descansar en un momento crítico. Si el paciente tiene facilidades para reposar momentáneamente en un lugar tranquilo (sin exceso de ruido o de luminosidad) en el que se pueda relajar, se le facilitaría una recuperación más rápida de la crisis de migraña.

También es cierto que, en la actualidad, con el teletrabajo se puede facilitar una mejor organización de la jornada laboral con descansos en un ambiente tranquilo.