Todo lo que necesitas saber sobre la epilepsia

La epilepsia es una enfermedad neurológica que provoca convulsiones involuntarias recurrentes. Nuestros expertos resuelven las principales dudas acerca de la epilepsia.

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¿Por qué se produce la epilepsia? ¿Es hereditaria?

Esta enfermedad solo puede ser hereditaria en determinados tipos, como la epilepsia juvenil mioclónica o las relacionadas con algunas enfermedades neurológicas. A veces, lo que se hereda es un umbral convulsivo (punto en el cual se altera la actividad cerebral y estalla el ataque de epilepsia) más o menos sensible que es diferente en cada persona.

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En muchos casos, los médicos no podemos determinar exactamente qué provoca la epilepsia, aunque las causas más habituales son:

  • Malformaciones congénitas arterio-venosas
  • Anoxia o falta de oxígeno cerebral (por partos complicados o convulsiones febriles severas que causen daño cerebral)
  • Meningitis
  • Trastornos metabólicos (hipoglucemia o insuficiencia renal crónica)
  • Alcohol o drogas
  • Traumatismos cráneo-encefálicos

Parece que los traumatismos en la cabeza sí podrían estar relacionados con la posibilidad de sufrir epilepsia, ya que según un estudio publicado en la revista The Lancet, el riesgo de padecer epilepsia se incrementa dos veces tras un traumatismo craneal leve y hasta siete tras una lesión grave. También se ha descubierto que las mujeres que padecen tensión alta durante el embarazo (preeclampsia) tienen más probabilidades de que el hijo tenga epilepsia si el nacimiento se produce a partir de la semana 37 de gestación.

Sufrir convulsiones cuando se tiene fiebre alta, ¿puede ser signo de epilepsia?

Las convulsiones febriles en los niños preocupan y constituyen uno de los motivos más frecuentes de consulta durante la edad pediátrica. Se definen como la coincidencia de convulsiones y fiebre en un periodo temprano de la vida.

Entre un 30 % y un 37 % de los niños que sufren por primera vez una convulsión febril pueden volverla a tener. Este porcentaje aumenta si se dan dos circunstancias:

  • Cuando la edad de inicio sea inferior a 18 meses.
  • Si la temperatura es inferior a 40º en el momento de la crisis.

Sin embargo, únicamente el 2 % - 7 % de los niños con convulsiones febriles tendrán epilepsia (una o más crisis sin relación con la fiebre) en un futuro.

En la edad adulta pueden existir crisis convulsivas desencadenadas por la fiebre, fundamentalmente en personas que sí padecen epilepsia. En este caso ya no se denominan convulsiones febriles; estas quedan restringidas a la edad pediátrica.

¿Una crisis de epilepsia puede pasar desapercibida?

Así es. Aunque suelen ser de comienzo brusco y con una duración de segundos o pocos minutos y el signo más llamativo son los movimientos corporales incontrolados y repetitivos (convulsiones), no todas las crisis epilépticas se manifiestan de igual forma.

En ocasiones son más sutiles: predomina una desconexión parcial o total del entorno y las sacudidas o temblores son escasos.

Estas crisis menos típicas también pueden consistir en actos repetitivos sin finalidad, alteraciones sensoriales (como los hormigueos que mencionas en tu pregunta), cambios en el estado de ánimo, confusión, alucinaciones, etc.

Es precisamente en estos casos cuando, desafortunadamente, pueden darse retrasos y fallos en el diagnóstico. Según los datos que manejamos en la Sociedad Española de Neurología, hasta un 25 % de las crisis de epilepsia pasan inadvertidas a los mismos pacientes y a sus familiares.

¿Qué tratamientos existen para controlar las crisis de epilepsia?

Los pacientes epilépticos controlan sus crisis con medicación –se les prescriben fármacos anticonvulsivantes–, y siguiendo unas pautas precisas como no tomar alcohol ni drogas y dormir ocho horas. Los médicos también recomendamos que tengan un estilo de vida tranquilo, pues el estrés favorece que se desencadenen las crisis de epilepsia.

La calidad de vida de estos pacientes está en relación con el control de sus crisis. El 80% las controlan con medicación y siguiendo escrupulosamente las pautas de su tratamiento, con lo que pueden hacer vida normal, e incluso conducir, siempre que hayan estado al menos un año sin haber sufrido ataques (según establece la Ley).

Sin embargo, hay un 20% de pacientes que son resistentes a los fármacos, con lo que, con ellos, se podría recurrir a la cirugía extirpando la zona lesionada. Otra opción, es la estimulación del nervio vago mediante la implantación de un generador de impulsos bajo la piel, a la altura de la clavícula.

Es importante que los pacientes epilépticos conozcan cuáles son los motivos más habituales que pueden provocar una crisis, para así poder evitarlos. Son los siguientes:

  • El abandono u olvido de la medicación
  • El alcohol y las drogas
  • Las alteraciones del ritmo sueño vigilia
  • Determinados fármacos
  • Sonidos muy altos
  • Fiebre elevada
  • Altos niveles de estrés