¿Hay algún tratamiento efectivo para prevenir el dolor de cabeza?
Saber cuando aparecerá el dolor es complicado, pero lo que sí se puede hacer en el caso de las más frecuentes (cefalea tensional y migraña) es estudiar las características clínicas del dolor de cabeza para conseguir un correcto diagnóstico.
Una vez diagnosticado, sí es posible pautar tratamientos preventivos para reducir la frecuencia y la intensidad de los episodios de dolor, lo que mejora mucho la calidad de vida de los afectados.
Es importe no automedicarse en ningún caso. Tomar una dosis inadecuada o un medicamento inapropiado para un problema crónico como es la cefalea tensional o la migraña, conlleva el riesgo de efectos secundarios potencialmente graves. Sin olvidar que una de las causas más frecuentes del dolor de cabeza crónico es la cefalea por abuso de fármacos.
En este último caso conviene retirar el fármaco del que se está abusando y ofrecer apoyo y alternativas para el tratamiento de las crisis de dolor de cabeza que originaron el problema, como analgésicos puntuales solo cuando aparece el dolor.
¿Cómo se trata un dolor fuerte en la cara (neuralgia del trigémino)?
En aproximadamente el 90% de los casos de neuralgia del trigémino, la causa es una compresión o distorsión de la raíz de ese nervio por un vaso sanguíneo. La exploración neurológica en estos casos es normal.
En ambos casos, la frecuencia de esta enfermedad aumenta con la edad, especialmente a partir de los 60 años.
El tratamiento inicial se basa en el empleo de fármacos neuromoduladores con los que, en general, se controla el dolor.
Si no funcionan, se puede plantear recurrir a un tratamiento quirúrgico (ablación o descompresión microvascular).
¿Por qué hay que tener precauciones con el ibuprofeno?
Hay personas que apenas consiguen calmar sus cefaleas con paracetamol (que, por otra parte, sería la medicación analgésica de elección, dados sus pocos efectos secundarios y su buena tolerancia).
En estos casos, solemos recurrir a los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) –y el ibuprofeno es, quizá, el más conocido de ellos–, que añaden al efecto analgésico del paracetamol uno antiinflamatorio. De ahí que los elijan muchas personas.
Estos fármacos reducen la producción de unas sustancias (prostaglandinas) que tienen varias funciones, por lo que, aunque resuelvan el dolor y la inflamación, también pueden comportar efectos secundarios como subidas de tensión, erosiones o úlceras en la pared del estómago, o incluso fallo renal. Así que hay que ir con mucha prudencia con ellos.
Lo de tomarlos después de las comidas no es más que la mejor manera de evitar que el AINE llegue a contactar con la pared del estómago directamente.
¿Hay alimentos que provocan dolor de cabeza?
Aquí tienes una persona con migrañas. Casi siempre atribuimos el dolor de cabeza a causas hormonales, pero, también existen otros factores estrechamente ligados con la alimentación.
Si te digo “histamina” o “tirosina”, a lo mejor no te suena. Y si te digo “aminas biógenas” puede que tampoco. Pero ¿y si te digo vino, queso curado, cerveza o chocolate? Entonces caes en la cuenta de que tomar chocolate y tener dolor de cabeza no es una manía.
Esto sucede porque algunos alimentos fermentados, como los que acabo de mencionar, desarrollan durante su elaboración unas sustancias llamadas aminas biógenas.
Cuando las aminas entran en nuestro cuerpo pasan por una oficina que regula su labor en el organismo, la DAO... que no siempre funciona bien.
Si eso sucede, se comienzan a acumular estas aminas, en concreto la histamina, y aparece el dolor de cabeza.
Reduce la ingesta de estos alimentos en tu dieta y seguro que disminuyen esos dolores.