Qué es la enfermedad cerebral de los vasos sanguíneos pequeños

Con esta patología del sistema nervioso central, las arterias y capilares de pequeño calibre sufren micro infartos. Al principio, esta enfermedad no suele dar síntomas pero cuando las lesiones aumentan puede darse un deterioro cognitivo, demencia, problemas de movilidad y aumento del riesgo de accidente cerebrovascular.

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Enfermedad cerebral de los vasos sanguíneos pequeños
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La enfermedad cerebral de los vasos sanguíneos pequeños es una patología cerebrovascular que causa ictus o demencias.

Nuria Blasco

Periodista

La enfermedad cerebral de los vasos sanguíneos pequeños es una patología cerebrovascular que causa entre el 20-25% de los ictus, y el 45% de las demencias, además de duplicar el riesgo de caídas y mortalidad.

Es una enfermedad progresiva, que comienza con un periodo silencioso en el que no aparecen síntomas, pero que tiende a evolucionar, ya que las lesiones que la integran se van acumulando en el cerebro.

¿Qué es la enfermedad del pequeño vaso?

“Se trata de una enfermedad del sistema nervioso central (cerebro y cerebelo), en la cual las arterias y capilares de pequeño calibre sufren micro infartos cambiando la arquitectura del tejido cerebral”,explica el Dr. Jonathan Franco, internista de la Clínica Mi Tres Torres de Barcelona.

Muchas personas que sufren de la enfermedad del pequeño vaso son asintomáticas, pero el aumento del número y el tipo de lesiones y su combinación se asocian con el deterioro cognitivo, la demencia, la depresión, los problemas de movilidad, el aumento del riesgo de accidente cerebrovascular y una peor evolución tras un accidente cerebrovascular.

Cuáles pueden ser sus causas

Sus causas son múltiples, las más frecuentes son:

  • Los factores de riesgo cardiovascular, como la hipertensión arterial.
  • La diabetes mellitus.
  • La hipercolesterolemia.
  • El consumo excesivo de tabaco.
  • En otras circunstancias, pueden ser producto de arritmias del corazón que desencadenan trombos.
  • También existen casos primarios o desconocidos, donde las propias arterias del cerebro se degeneran.

El riesgo de padecer la enfermedad de pequeño vaso aumenta con la edad.

Síntomas de esta enfermedad cerebral y cómo se detecta

Los síntomas dependerán de la severidad, localización, tiempo de evolución y de la existencia de patologías asociadas.

“En los primeros estadios no tiene síntomas y se detecta habitualmente como un hallazgo incidental cuando se realiza una tomografía o resonancia cerebral por otra causa”, explica el internista.

A medida que aumenta la severidad o el tiempo de evolución de esta enfermedad, si que se pueden dar síntomas como:

  • Pérdidas de memoria.
  • Alteraciones en la atención y concentración.
  • Cambios de conducta.
  • Lentitud, apatía, falta de motivación y de espontaneidad.
  • Demencia precoz.
  • Generar un ictus más grande con síntomas más fuertes.

puede provocar ictus y demencias

La enfermedad de pequeños vasos causa alrededor del 25% de los accidentes cerebrovasculares isquémicos y la mayoría de los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos. También es la causa más frecuente de demencia vascular, a menudo ocurre con la enfermedad de Alzheimer y empeora el deterioro cognitivo.

“Otras enfermedades que se derivan de esta, pueden ser tanto consecuencia como causa, entre ellas, demencia, ictus, pérdida de visión, pérdida de audición, alteraciones para caminar, entre otras”, afirma el Doctor Jonathan Franco.

Esta enfermedad contribuye a alrededor del 45 % de las demencias en todo el mundo.

el tratamiento para esta enfermedad cerebral

Como explica el Dr. Franco, “una vez detectamos esta enfermedad debemos tratar de manera estricta todas las enfermedades que la desencadenan o que la empeoran, tales como la hipertensión arterial, un buen control de la glucemia, la obesidad o el consumo de tabaco”.

Además, según cada caso individual, se podrían recomendar medicamentos para prevenir que avance, tales como los antiagregantes plaquetarios o las estatinas.

También se puede intervenir en la rehabilitación de las secuelas físicas, sensoriales y cognitivas.

¿se puede prevenir?

Como con la mayor parte de enfermedades que existen en el mundo, la mejor forma de prevenirla son los pilares de buenos hábitos de vida, que incluyen: "un plan alimentario correcto, del que la dieta mediterránea es un buen ejemplo, además de la realización de actividad física diaria, procurar un buen descanso nocturno y mantener una buena gestión del estrés y la ansiedad".

Además, es recomendable realizarse chequeos médicos periódicos para detectar precozmente enfermedades prevalentes como la hipertensión arterial, la diabetes y los trastornos del colesterol.