Cuando te entra el hambre entre horas es probable que tus antojos sean de algo dulce. Le suele pasar a la mayoría. Picar algo dulce un día no es un problema pero eso no suele ser algo puntual y cuando se repite es que algo no estamos haciendo bien.
Y es que hay una causa que no podemos olvidar si queremos vencer de una vez por todas ese impulso goloso. Esa causa tiene que ver con el estrés agudo y permanente, y también con la falta de ciertos micronutrientes: básicamente zinc, cromo y magnesio.
¿Qué debo comer entonces cuando me entra el hambre? Nuestra nutricionista ha preparado un menú de un mes completo con propuestas para cada comida justamente para que esos ataques de hambre dejen de formar parte de tu día a día.
Para que puedas liberarte por fin de esa tentación, te proponemos que te descargues ahora un menú para todo un mes:
- Encontrarás cuatro semanas completas con menús para cada día de la semana. No hay plato que se repita.
- Es una propuesta ligera, equilibrada y muy variada.
- Te explicamos seis recetas paso a paso tan sugerentes como estas: Crema de calabaza y naranja y Plátanos envueltos con chocolate.
- Cada día te asegurarás tomar los nutrientes cuya falta te empuja a lanzarte a por lo dulce.
Como te decíamos, los nervios nos ‘roban’ nutrientes. Está más que demostrado científicamente: un estrés mantenido en el tiempo (aunque aparentemente no sea muy intenso y no nos descoloque de inmediato) acaba con las reservas de unos minerales fundamentales para que todo esté en equilibrio.
Entre los minerales que más “se gastan” están estos tres:
Zinc
Lo encuentras en la carne de cerdo o pollo y pavo, el pescado y el marisco, los cereales integrales como el arroz o el maíz, los frutos secos como almendras y avellanas, y las semillas como las de calabaza y sésamo.
No se trata de que los tomes todos a diario, sino de que te acuerdes de incluir al menos dos o tres de ellos en tus platos del día.
Si escasea, los problemas asociados a la ansiedad pueden ir en aumento hasta que no consigas cubrir los niveles adecuados por el organismo.
Cromo
Lo contienen el brócoli, los mejillones, las gambas, los huevos, el pollo, las setas, las avellanas y algunas frutas como la manzana o la pera. Como ves, son productos muy de nuestra tierra, y solo necesitas pequeñas cantidades: unos 25-35 microgramos al día.
Es un mineral que se suele mencionar poco y, sin embargo, es fundamental para que todas las funciones internas se lleven a cabo de una manera correcta.
Magnesio
Está en las nueces y demás frutos secos, las semillas, las verduras frescas y algunas frutas como el aguacate o el plátano, las legumbres, los cereales integrales y el chocolate negro.
- Existe una alta evidencia de que en épocas de estrés y nervios “gastamos” más magnesio. Un experimento con estudiantes, por ejemplo, demostró que lo eliminaban más por la orina en épocas de exámenes.
- Además, tiene cientos de funciones esenciales en todo nuestro cuerpo y los niveles bajos están asociados con una mayor ansiedad y, en algunos casos, también con depresión menor.
Este plan también contiene alimentos ricos en triptófano (en huevos, carne, pescado, chocolate, plátano...), un aminoácido esencial que también te ayudará.
Y cereales integrales a diario para que, sin excederte con las calorías, el cuerpo obtenga la energía que necesita. Además, su fibra contribuye a que el suministro de glucosa sea constante, lo que es básico en esta situación.
Descárgate este menú y vence por fin la apetencia descontrolada por comer dulce.