Beber suficiente agua es muy importante cuando se sigue una dieta para controlar el peso. De hecho, es necesaria para adelgazar. Una buena hidratación resulta esencial para depurar el organismo y evitar la retención de líquidos. Cuando se hace régimen, a la par que se pierden kilos se producen sustancias de desecho que el organismo elimina a través de los riñones, el intestino, los pulmones y la piel. El agua es básica para diluir y eliminar estas toxinas a través de la orina y no dañar los riñones. Así pues, si bebes suficiente agua eliminarás líquidos, perderás peso con mayor facilidad y sobre todo te sentirás más ligero y menos hinchado.
Por otro lado, una ingesta suficiente de agua previene el estreñimiento, importante también para una buena depuración. Pero beber agua también tiene un efecto directo en la quema de grasa.
acelera el metabolismo
El agua hace quemar más grasa, es lo que se conoce como efecto termogénico. El agua se suele beber fría y, sin embargo, se elimina a 37° C. El organismo debe gastar energía (calorías) para calentarla. Recientes estudios estiman que, tras beber medio litro de agua a 20º, el gasto metabólico aumenta por ello en un 30% (la ingesta diaria de un litro y medio supone un gasto de unas 90 kcal).
Efecto saciante
Beber agua produce sensación de saciedad, por lo que si se toma antes de comer o cuando se sienten ganas de picar algo contribuye a reducir la cantidad de alimentos que se toman después y, en consecuencia, también las calorías.
De hecho, un buen consejo cuando sientas antojo de algo dulce es beber dos vasos de agua. El efecto saciante es inmediato y a buen seguro que disminuye las ganas de picotear alimentos poco saludables.
Eliminas mejor la grasa
Beber agua no solo acelera el metabolismo y aumenta la quema de grasas, también ayuda a eliminarla mejor porque es necesaria para la lipólisis. Se trata del proceso mediante el cual el organismo recurre a las reservas de grasa para proporcionar energía al cuerpo liberando ácidos grasos. De hecho, sin una correcta lipólisis no pierdes grasa y no adelgazas. Por ejemplo, la grasa de la barriga cuesta más de perder porque los adipocitos o células grasas de esta zona son más resistentes a la lipólisis, por eso puedes perder peso pero seguir teniendo barriguita.
Cuánta agua hay que beber
La cantidad recomendada de agua al día es entre seis y ocho vasos diarios, es decir, un litro y medio. No se debe beber de golpe, sino a lo largo de todo el día. En lugar de solo agua también pueden tomarse infusiones sin edulcorar, zumos...
Y hay que pensar que no por beber más agua adelgazaremos más. Podría ser incluso contraproducente. Si la cantidad de agua que ingerimos es realmente excesiva, y además se sigue una dieta hipocalórica, se puede sufrir una hiponatremia (concentración de sodio en la sangre inferior a la normal), que si se acentúa puede derivar en vómitos, calambres, alteraciones visuales, etcétera.