Podríamos afirmar, sin lugar a dudas, que la alcachofa es una de las flores estrella de los menús de otoño y de invierno. Porque, sí, en realidad este ingrediente no es más que una flor que se recoge cuando aún no ha madurado.
Si la utilizas con frecuencia en tus platos, te estarás beneficiando de un gran número de virtudes:
- Ayuda a digerir mejor: Le debe este efecto a la cinarina (que le da ese sabor ligeramente amargo). Este compuesto facilita la formación de la bilis, el líquido que producimos para digerir las grasas.
- Es depurativa: Su cinarina y también su riqueza en potasio la hacen muy útil contra la retención de líquidos. La cinarina, además, aumenta la expulsión del colesterol (que no hay que olvidar que es un tipo de grasa) a través de la bilis, lo que la convierte en una buena aliada para las personas con el colesterol alto.
- Es saciante: Al liberar sus hidratos de carbono lentamente, facilita que no nos entre hambre al poco de comerlas.
Estas son algunas de sus virtudes saludables. Pero no hay que olvidar tampoco su sabor, que puede levantar y dar más personalidad a un gran número de recetas como las que te mostramos a continuación.