El pan ha sido etiquetado injustamente como un culpable de hacer subir de peso, pero la verdad es que su mala fama no está del todo justificada. Culpar a sus hidratos de carbono es simplificar demasiado la situación.
Los hidratos de carbono del pan son nutrientes de fácil asimilación que proporcionan energía a nuestras células en forma de glucosa. Y si nuestro cuerpo no utiliza toda esa energía, el exceso se almacena en forma de grasa. ¿Entonces, el pan engorda o no? En realidad, ningún alimento engorda por sí mismo. La clave está en el equilibrio energético. Si consumimos alimentos muy energéticos, como el pan, y llevamos un estilo de vida sedentario, es probable que acumulemos energía en forma de grasa.
Es importante tener en cuenta que el pan blanco no es imprescindible y, desde el punto de vista nutricional, no es muy interesante. Aporta energía en forma de azúcares simples y pocas proteínas, por eso es mejor optar por el pan integral que contiene más nutrientes.
Después están las cantidades, que deben moderarse porque el pan es un alimento energético. Nuestra nutricionista Marta Verona aconseja no superar los 120 gramos al día, equivalente a 4 rebanadas o 2 panecillos.
Pero no basta con no excedernos en la cantidad de pan a la largo del día. También es muy importante no mezclarlo con determinados alimentos, especialmente con los que son ricos en hidratos de carbono ya que provocaríamos picos de glucosa y engordaríamos con mayor facilidad.
Pasta
La pasta es una fuente importante de carbohidratos. Al combinarla con pan, se puede aumentar significativamente la cantidad total de carbohidratos en una comida.
Si estás buscando reducir tu ingesta de carbohidratos, esta es una mala combinación. Optar por versiones integrales de pasta o elegir alternativas bajas en carbohidratos, como la pasta de calabacín, puede ser una opción más equilibrada.
Y recuerda que para reducir los azúcares de la pasta debes hervirla al dente y, si es posible, guardarla un día a en la nevera para que genere almidón resistente.
Arroz
Similar a la pasta, el arroz es una fuente concentrada de carbohidratos, especialmente el arroz blanco. Consumir pan junto con arroz puede contribuir a una carga de carbohidratos más alta en una comida. De ahí el gran error de acompañar la paella con pan.
En lugar de combinar ambos, podrías optar por sustitutos de arroz bajos en carbohidratos, como el "arroz" de coliflor para reducir la cantidad total de carbohidratos en tu plato. Contiene menos de 1 gramo de carbohidratos por ración y apenas 12 calorías.
Patatas
La patata pertenece al grupo de los alimentos ricos en hidratos de carbono: 50 gramos de patatas contienen 10 gramos de carbohidratos. Si bien es un alimento nutritivo, combinarlo con pan puede disparar las calorías de la comida.
Así pues, cuando comas patatas (ya sea puré de patatas, tortilla de patatas, patatas fritas o incluso hervidas) no las acompañes nunca de pan. Y recuerda que las patatas, como la pasta o el arroz, si las dejas en la nevera un día entero generan almidón resistente y engordan menos.
Cereales y granos
Cereales como la avena, la quinoa y la cebada son ricos en carbohidratos. Al combinar estos cereales con pan, se puede disparar mucho la cantidad de hidratos de un menú.
Para que te hagas una idea, la avena, por ejemplo, es un cereal muy saludable porque aporta proteínas y vitaminas del grupo B; pero también muy energético. Por cada 100 gramos, 60 son hidratos de carbono.