Hace siglos, la gota era conocida como la enfermedad de los reyes. No es de extrañar, porque pocos eran los que podían disfrutar de festines y banquetes repletos de alimentos ricos en grasas y purinas como ellos. Y la dieta tiene muchísima influencia en la elevación de los niveles de ácido úrico, que es lo que origina los ataques de gota.
Las concentraciones normales de ácido úrico en sangre son 7 mg/dl en hombres y 6 mg/dl en mujeres
Pero el panorama ha cambiado muchísimo con el transcurso de los siglos: ahora, quien más quien menos ha oído en alguna ocasión que alguien de su entorno cercano a sufrido un ataque de gota, que provoca que las articulaciones (sobre todo, el dedo gordo del pie) se inflamen y duelan. Ahora bien, ¿sabemos cómo se produce y cómo actúa?
Cuidar la dieta es fundamental
El ácido úrico se produce cuando el metabolismo desintegra las purinas, que proceden en gran parte de la dieta, aunque el organismo también las fabrica.
- Estas sustancias se encuentran en algunos alimentos y bebidas como el hígado, las anchoas, las judías, la caballa o la cerveza, entre otros.
En principio, el ácido úrico viaja a los riñones y desde allí se excreta por la orina. Sin embargo, si producimos demasiado ácido úrico o no elimina lo suficiente puede provocar que se desarrolle hiperuricemia, gota y también pueden provocar que se produzcan cálculos renales.
Lo que sí puedes comer
En la siguiente galería recogemos algunos de los alimentos cuyo consumo deberías limitar si tu nivel de ácido úrico en sangre es elevado. Pero hay otros que te ayudan a controlarlo y evitar que el ácido úrico suba. Te conviene...
- Beber unos dos litros de agua repartidos a lo largo del día. En su lugar, también puedes tomar infusiones sin edulcorar. Así ayudas a expulsar el ácido úrico sobrante.
- Moderar la sal y los alimentos ricos en ella para no dificultar la diuresis.
- Tomar al menos dos raciones diarias de vegetales frescos: contribuyen a alcalinizar el pH de la orina, lo que ayuda a disolver el ácido úrico para poder eliminarlo más fácilmente. Pero, como verás en la galería, no todas las verduras y hortalizas son recomendables porque algunas sí contribuyen a aumentar los niveles de ácido úrico.
- Te convienen, también, los cereales y derivados, los quesos y los huevos, porque contienen poseen menos de 10 mg de purinas por cada 100 gramos.
A todo esto hay que añadir otro consejo: si te sobran algunos kilos, intenta perderlos: el sobrepeso favorece la producción de ácido úrico y también disminuye su eliminación, lo que hace que su nivel sanguíneo aumente.
Por eso, seguir una dieta equilibrada y ligera (baja en grasas saturadas, azúcares y harinas refinadas) es clave para reducir tu riesgo de sufrir ataques de gota.