Está demostrado que una alimentación rica en frutas y verduras es básica para la salud ocular. La razón es que atesoran antioxidantes como las vitaminas E y C, el betacaroteno y los carotenoides luteína y zeaxantina. Y es que el ojo necesita protegerse de su tendencia a la oxidación porque contiene una gran cantidad de ácidos grasos poliinsaturados (eso hace que sea más vulnerable a este proceso) y está muy expuesto a la luz, especialmente la zona de la retina. También es clave reducir la ingesta de grasas saturadas y trans, y de alimentos con un IG alto como los cereales refinados.
Alejan enfermedades graves de la vista
Existen muchos estudios que revelan el vínculo entre el consumo de ciertos nutrientes y un menor riesgo de enfermedades de la vista relacionadas con los años, en especial las cataratas y la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). La primera se puede solucionar con cirugía, pero la DMAE no tiene cura. Por eso es importante seguir una dieta protectora.