El exceso de azúcar favorece la inflamación del bazo.
El bazo es un órgano fundamental en nuestro sistema inmunológico ya que desempeña una función vital como filtro de la sangre. Cuando la sangre fluye hacia él, este realiza una especie de “control de calidad”, filtrando los glóbulos rojos sanos, impidiendo así el paso de aquellos viejos o dañados.
De esta manera, contribuye a mantener un equilibrio adecuado y funcionamiento óptimo del sistema sanguíneo y el sistema inmunológico. Sin olvidar que, gracias a la descomposición de esos glóbulos rojos, obtiene hierro y produce anticuerpos que ayudan a combatir infecciones. En cuanto a su localización y tamaño, el bazo se encuentra en el lado superior izquierdo, mide como el puño de una mano y no pesa mucho.
Causas de bazo inflamado
Existen diversas causas que pueden llevar a la inflamación del bazo, lo que se conoce como esplenomegalia, y por ello resulta esencial comprender las razones subyacentes para poder abordar de forma correcta esta afección. Entre las causas más frecuentes encontramos:
- Infecciones: las infecciones de origen viral, bacteriano o parasitario pueden desencadenar la inflamación del bazo. Algunos ejemplos incluyen la mononucleosis infecciosa, la malaria y la enfermedad de Lyme .
- Alteraciones del sistema inmune: enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, el lupus eritematoso sistémico y la enfermedad de Hodgkin pueden provocar inflamación del bazo.
- Enfermedades hepáticas: cirrosis y hepatitis.
- Trastornos de la sangre: algunas alteraciones hematológicas, como la anemia de células facilciformes y la talasemia, pueden estar asociados con la inflamación del bazo.
Síntomas del bazo inflamado
Aunque generalmente no suele causar ningún síntoma, la inflamación del bazo puede provocar estas alteraciones en algunas personas:
- Dolor abdominal.
- Infecciones.
- Sensación rápida de saciedad.
- Fiebre.
- Anemia.
- Fácil sangrado.
Alimentos prohibidos para la inflamación del bazo
Un estudio publicado en Critical Reviews in Food Science and Nutrition confirma el papel que tiene la nutrición en la regulación del agrandamiento del bazo como resultado de la inflamación crónica de bajo grado. Por tanto, dentro de los alimentos a evitar tenemos:
- Alimentos con elevado aporte de azúcar y grasa (dulces, postres, golosinas, refrescos, bollería, comida rápida). Un estudio llevado a cabo en 2018 descubrió que alimentar ratones con una dieta alta en grasas y azúcar añadido resultó en niveles elevados de glucosa, obesidad, mayor inflamación y agrandamiento del bazo. Cuando el bazo está agrandado, el resto del sistema inmunológico se ve sometido a una mayor carga de trabajo para proteger al cuerpo de infecciones y enfermedades. El consumo de alimentos azucarados aumentan los niveles de glucosa en la sangre, lo que a su vez puede afectar negativamente el sistema inmunológico y la capacidad del bazo para funcionar correctamente. Además, el exceso de azúcar (añadido) en la dieta, está relacionado con sobrepeso y obesidad, lo cual también puede ejercer presión adicional sobre el bazo y favorecer la inflamación crónica.
- Alcohol: El consumo de alcohol agrava la inflamación del bazo. Incluso puede provocar una disminución en los niveles de células sanguíneas cuando se consume en exceso, inhibiendo su función.
- Cafeína: tanto el té como el café contienen antioxidantes que se utilizan para reducir la inflamación. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo de café puede afectar negativamente a los patrones de sueño, lo que a su vez puede aumentar la inflamación. Varios estudios han sugerido que el consumo de café en exceso puede irritar el sistema en casos de un bazo debilitado. Por lo tanto, es recomendable moderar el consumo de café y té para evitar posibles efectos negativos.
- Aceites refinados: son proinflamatorios, por lo que afectan al sistema inmune, dejándolo expuesto a diversas enfermedades e infecciones. Además, los alimentos elaborados con este tipo de grasas suelen ser característicos de un patrón de dieta occidental (margarinas, repostería, precocinados tipo comida rápida), cuyo consumo se asocia a mayor riesgo de enfermedades que cursan con inflamación crónica de bajo grado (hígado graso no alcohólico, diabetes, hipertensión, obesidad, resistencia a la insulina).
- Bebidas carbonatadas: debido al contenido en gas, favorecen la distensión abdominal, pudiendo ejercer presión sobre este órgano.
- Vegetales crudos: a pesar de estar indicados justo para prevenir esta situación, las verduras crudas si no se mastican correctamente pueden llegar a interferir en una adecuada digestión y causar molestias al ejercer presión sobre el bazo inflamado.
- Chicles y caramelos sin azúcar: contienen un tipo de edulcorante (polialcoholes) que no llega a digerirse por completo y puede llegar a causar gases en exceso y efecto laxante, agravando los síntomas.
- Fritos, alimentos ricos en grasas saturadas (carne procesada, embutidos): ejercen una presión adicional sobre el órgano inflamado al ser más difíciles y lentas de digerir (retrasan el vaciado gástrico) , además de aumentar la inflamación de bajo grado y retroalimentar aún más la condición.
Alimentos permitidos
Para mejorar la situación de inflamación de bajo grado, es importante aumentar el consumo de alimentos con propiedades antiinflamatorias:
- Fruta, verdura, cereales integrales y legumbres. Optar por fuentes de carbohidratos más saludables, como frutas frescas, verduras, granos integrales y legumbres, puede ser beneficioso para el bazo inflamado y la salud en general. Contienen diversidad de antioxidantes y compuestos antiinflamatorios y ayudan a mantener una curva estable de glucosa.
- Aceite de oliva virgen extra. Por su aporte en ácidos grasos monoinsaturados, (omega 9), polifenoles y vitamina E (antioxidantes).
- Pescado azul, semillas de lino y nueces. Por su aporte en los ácidos grasos omega 3, con papel antiinflamatorio. -
- Alimentos ricos en Zinc (marisco, carne de ave, lácteos, cereales integrales, legumbres) y vitamina C (cítricos, fresas, brócoli, pimiento): ayudan a un correcto funcionamiento del sistema inmune.
- Especias y hierbas aromáticas como la cúrcuma, el jengibre, el ajo y la canela. Tienen propiedades antiinflamatorias, además potencian el sabor sin necesidad de excedernos en el aporte de sodio.
- Verduras cocidas, alimentos fáciles de digerir (arroz blanco, puré de patata, carnes magras, tostadas). Solo cuando tiene lugar una sensación rápida de plenitud, es importante seleccionar alimentos bajos en grasa y fibra, y fraccionar el número de ingestas.
Dónde duele el bazo
El dolor de bazo suele sentirse en el lado izquierdo, debajo de las costillas. Si la zona es sensible al tacto, podría ser un signo de bazo dañado o agrandado. Si bien es cierto que los alimentos no necesariamente alivian de forma directa el dolor de este órgano, algunos de ellos pueden regular su agrandamiento e inflamación.
Puede llegar el caso en que se deba extirpar a través de una cirugía. Después de ello es importante valorar si existe dolor a nivel estomacal y seguir una dieta de fácil digestión, junto con la suplementación de hierro.
Prevenir la inflamación del bazo
Para mantener un buen funcionamiento del bazo, es necesario consumir alimentos que aporten ciertas vitaminas y minerales.
La vitamina B12 es necesaria para evitar la producción de glóbulos rojos anormales en el bazo, y se encuentra en alimentos como carnes, lácteos y cereales fortificados.
El hierro es otro nutriente crucial para prevenir la anemia y el agrandamiento del bazo, y se puede obtener de carnes rojas, cereales, legumbres, mejillones y vegetales de hoja verde.
Por último, la vitamina C, presente en frutas cítricas y ciertas verduras, ayuda a absorber el hierro y al ser antioxidante protege al bazo.