La alimentación durante la infancia y adolescencia es sumamente importante. Y no solo porque estén creciendo. Una alimentación desequilibrada en estas etapas aumenta el riesgo de obesidad, colesterol alto, hipertensión o diabetes.
Alteraciones todas ellas que pueden parecer a edades muy tempranas.
Pero, ¿cómo saber si los niños están comiendo bien? ¿Están tomando demasiados ultraprocesados? ¿Les falta fruta?
Normalmente estas cuestiones se miden mediante cuestionarios a los que responden los niños y los padres. Pero podría hacerse sin necesidad de tener que responder nada: sencillamente con un análisis de orina.
La huella de la dieta en la orina
Un equipo internacional con participación del Instituto de Salud Global de Barcelona ha identificado una serie de "firmas" metabólicas en orina que permitirían evaluar la calidad de la dieta de los niños y predecir así su salud metabólica.
- Es bien sabido que lo que comemos deja rastro en la orina. Estudios anteriores ya habían identificado los cambios que provocan alimentos como la fruta, las verduras, la carne o el marisco.
Sin embargo, los patrones dietéticos relacionados con el consumo de alimentos ultraprocesados, con alto contenido en azúcares y grasas, se han estudiado mucho menos, a pesar del extendido consumo de este tipo de alimentos en todo el mundo, y especial entre los niños.
"El perfil metabólico urinario es una herramienta prometedora y potente para evaluar la ingesta de alimentos y puede ayudarnos a comprender las alteraciones metabólicas de las personas relacionadas con la calidad de su dieta", explica Nikos Stratakis, investigador de ISGlobal y coautor del este estudio publicado en eLife.
"Nos propusimos desarrollar una forma de identificar los metabolitos urinarios asociados a una dieta mediterránea o al consumo de alimentos ultraprocesados en niños y niñas europeos, y determinar hasta qué punto estos metabolitos podrían predecir el riesgo de enfermedad", añade Stratakis.
Cómo se ha hecho el estudio
Para desarrollar ese análisis de orina que da pistas sobre la calidad de la dieta del niño y avisa de las enfermedades metabólicas que puede sufrir, los investigadores estudiaron datos de 1.147 niños de Reino Unido Francia, Lituania, España, Noruega y Grecia.
Se analizó información sobre su ingesta dietética, sus niveles de péptido C en sangre (es un indicador de riesgo precoz de enfermedad metabólica) y otros biomarcadores metabólicos en orina a partir de muestras recogidas alrededor de los 8 años.
El equipo aplicó una técnica de resonancia magnética nuclear para identificar los metabolitos de la orina (sustancias producidas de la digestión de alimentos) típicos de esta población.
Y descubrieron que había 4 metabolitos o sustancias en orina (hipurato, ácido N-metilnicotínico, urea y sacarosa) que indicaban si un niño seguía una dieta mediterránea o consumía más alimentos ultraprocesados.
- Los casos en los que se seguía una dieta mediterránea tenían niveles más altos de hipurato, ácido N-metilnicotínico y urea, junto con niveles más bajos de sacarosa, o azúcar.
- Mientras que aquellos que consumían más alimentos ultraprocesados tenían niveles más bajos de hipurato, ácido N-metilnicotínico y urea, y niveles más altos de azúcar.
A continuación, el equipo estudió hasta qué punto estos metabolitos se asociaban con el péptido C, el biomarcador que se usa como indicador precoz del riesgo de enfermedad metabólica.
Y comprobaron que una mayor adherencia a una dieta mediterránea se asociaba a niveles más bajos de péptido C, mientras que lo contrario se observaba en los niños que consumían más alimentos ultraprocesados.
Riesgo de enfermedades metabólicas
Este nuevo método podría convertirse en una herramienta adicional que permita examinar de forma objetiva los patrones dietéticos en la infancia.
Y también para predecir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2.
Recordemos que la diabetes tipo 2 es una enfermedad que suele aparecer en la edad adulta como consecuencia de los malos hábitos de vida, en especial la dieta y la falta de ejercicio.
Pero cada vez hay más casos de diabetes tipo 2 en edades tempranas por culpa de la obesidad y el consumo excesivo de azúcares.
Un análisis de orina que revele metabolitos relacionados con un alto consumo de ultraprocesados, que son ricos en azúcares simples, podría alertarnos de que ese niño tiene más riesgo de desarrollar resistencia a la insulina.