¿Cuántas veces comes yogur a la semana? ¿Una o dos veces? La media está en 3 o 4 pero los expertos coinciden en que 1 al día sería lo ideal.
Un yogur aporta entre el 15 y el 20% de la cantidad diaria recomendada de calcio, un mineral clave para cuidar la salud de tus huesos.
Así que nos sobran los motivos para recomendar el consumo habitual de yogures en nuestra dieta. Y es que el yogur es uno de los productos más saludables que podemos encontrar, ya que no solo aporta calcio, también es una magnífica fuente de proteínas de alto valor biológico, así como de vitaminas A, D y B.
Además es un alimento alimento probiótico. Esto quiere decir que contiene microorganismos vivos que, al ser ingeridos en cantidades suficientes, ejercen un efecto positivo sobre la salud. En concreto, equilibran la flora intestinal y potencian el sistema inmunológico o de defensas.
Ahora bien, más allá de comernos un vasito de yogur en el desayuno, como postre o en la merienda, el yogur puede ser un ingrediente muy agradecido en la cocina que permite elaborar infinidad de salsas y cremas o suavizar la textura de un bizcocho.
En la galería que te presentamos hemos seleccionado 11 formas de tomar yogur que se suman a la manera tradicional de hacerlo, solo y con cucharita. Todas ellas son perfectas para darle un toque a tus recetas y sumarle los beneficios del yogur.
EL EFECTO ANTI-OBESIDAD DEL YOGUR
Por si la lista de beneficios para la salud no era lo suficientemente larga, recientes estudios han demostrado que la inclusión del yogur en las dietas de adelgazamiento podría ayudar a una mayor pérdida de peso y grasa corporal que la dieta hipocalórica sola.
La razón que explica la conclusión de los investigadores se encuentra en el calcio. Y es que, este mineral, especialmente cuando está contenido en productos lácteos, como el yogur, interfiere en la forma de absorber las grasas, favoreciendo la pérdida de peso.
Además, la ingesta diaria de yogur produce también una reducción de la grasa localizada en la región abdominal, disminuyendo así el riesgo de padecer enfermedades crónicas, como las que afectan al corazón.