Las personas impulsivas tienen más dificultades para hacer dieta o seguir una dieta saludable.
Comer sano o hacer dieta si uno se lo propone no solo es cuestión de voluntad. El carácter puede jugarnos una mala pasada e impedirnos realizar la elección adecuada de los alimentos que nos convienen o provocar que abandonemos la dieta al poco tiempo de iniciarla.
Un estudio realizado por un equipo del CIBEROBN y de la URV-IISPV (Universidad Rovira i Virgili-Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili) ha demostrado que las personas que son impulsivas tienen mayores dificultades para seguir patrones dietéticos saludables y más facilidad para acabar comiendo mal con el tiempo. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista científica International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity.
¿Cómo es el carácter impulsivo?
El carácter impulsivo se caracteriza por reacciones rápidas, inesperadas y a menudo desproporcionadas ante una situación concreta. Coloquialmente se dice que estas personas actúan sin pensar.
La persona no puede controlar sus impulsos o deseos, lo que puede llegar a provocar desde compras compulsivas hasta adicciones o deseo sexual compulsivo.
Los síntomas de la impulsividad varían de una persona o otra y no todas las personas los sufren con la misma intensidad, pero en todo caso pasan por un impulso por hacer algo, una tensión que va en aumento, placer al realizarlo y finalmente alivio o sensación de culpa.
¿Cómo afecta el carácter impulsivo a la dieta?
Las personas impulsivas también tienen más dificultades para hacer dieta o seguir una dieta saludables. Su carácter les empuja a comer los que les apetece en un momento concreto sin pensar en las consecuencias.
Para demostrar hasta qué punto este rasgo de personalidad afecta a la forma de comer, los investigadores realizaron un estudio observacional con más de 460 voluntarios a los que siguieron durante 3 años para analizar el vínculo entre la impulsividad y el seguimiento de una dieta sana.
Al inicio del estudio se midió la impulsividad mediante un cuestionario que evalúa este rasgo de personalidad. También se evaluó la adherencia a patrones dietéticos saludables que están enfocados a reducir el riesgo cardiovascular, la hipertensión, el colesterol, el deterioro cognitivo o a cuidar el planeta.
Los resultados del estudio revelaron que las personas más impulsivas, las que muestran una gran urgencia por responder rápidamente a sus emociones y una peor planificación, tienden a tener más dificultad para adherirse a patrones dietéticos saludables para reducir el riesgo cardiovascular, el colesterol o la hipertensión.
¿Qué suelen comer las personas impulsivas?
Las dietas saludables contienen menos carne roja y procesada, y menos hidratos de carbono refinados, pero los investigadores observaron que a las personas más impulsivas les resultaba más difícil restringir estos alimentos ya que normalmente son percibidos como más deseables, lo que provoca en estas personas urgencia por consumirlos.
Esta urgencia por ingerirlos, juntamente con la falta de capacidad para planificar otras opciones más saludables, es lo que probablemente provoca que estas personas acaben sucumbiendo a tentaciones poco saludables y no sepan controlarse.
¿Cómo se puede controlar la impulsividad?
La impulsividad puede tener muchos niveles. Hay personas que logran controlarla sin ayuda pero si interfiere en el comportamiento, el consejo es recurrir a ayuda psicológica porque puede controlarse. La terapia cognitivo-conductual ha demostrado buenos resultados.
En cuanto a las recomendaciones básicas que pueden seguir estas personas para controlar los impulsos, los psicólogos recomiendan pensar antes de actuar, trabajar la tolerancia a la frustración y practicar técnicas de relajación.