La cúrcuma es una especia derivada de la planta Curcuma longa conocida por su distintivo color amarillo brillante y su sabor ligeramente amargo y picante.
Se ha utilizado durante siglos en diferentes culturas, tanto en la cocina como en la medicina tradicional. Y es que la cúrcuma es mucho más que un especia aromática. Los beneficios para la salud de esta raíz se conocen desde hace más de 4.000 años en la India, y desde hace unas décadas se han comprobado y reconocido en Occidente, haciendo que su consumo se extienda rápidamente.
¿Cuándo hay que evitar la cúrcuma?
Los beneficios que aporta la cúrcuma para la salud son numerosos y muy valiosos, como podrás comprobar a continuación. Ahora bien, no siempre es aconsejable su consumo. De hecho, hay situaciones y colectivos que deberían evitar su ingesta. Estos son algunos de ellos:
- Cuando vamos a tomar el sol, pues aumenta la sensibilidad en la recepción de los rayos solares.
- Si se sufre una enfermedad relacionada con úlceras o piedras en el sistema digestivo.
- En caso de estar embarazada.
- Si tienes una enfermedad del hígado como ictericia, hígado graso, cirrosis, etc. Si bien es cierto que uno de los beneficios de la cúrcuma es tratar los problemas hepáticos, no es compatible con todas las dolencias, por lo que es fundamental que se consulte antes al médico.
Si, por contra, para ti el consumo de cúrcuma es seguro y saludable, disfruta de su sabor y color en tus platos y aprovecharás ventajas como las siguientes.
Beneficios y propiedades de la cúrcuma
El principal ingrediente activo de la cúrcuma es la curcumina, que es responsable de su color y de muchas de sus propiedades beneficiosas : una de las más relevantes es su acción antiinflamatoria, pero también destaca su potente acción antioxidante y como alivio para las molestias estomacales.
Estos son los principales beneficios para la salud de la cúrcuma: