Se mire como se mire, comer fruta a diario solo tiene ventajas. En general, nos aportan numerosas vitaminas, minerales, agua, fibra y muy pocas grasas. Su contenido en estos nutrientes convierte este grupo de alimentos en parte imprescindible de nuestro menú diario.
Además, su enorme variedad de sabores, texturas, tamaños... hace imposible que no encontremos una opción que se adapte a nuestros gustos y apetencias.
- En esta ocasión, nos hemos querido fijar en las uvas, una fruta pequeña y deliciosa que guarda numerosas y grandes propiedades nutricionales.
- En la galería que acabas de ver has podido ver alguna de las principales razones por las que las uvas se merecen estar en tu alimentación diaria.
¿Son iguales las uvas blancas y las moradas?
Aunque nutricionalmente todas las variedades de la uva son muy parecidas, se han comprobado ciertas diferencias interesantes entre las blancas y las moradas. Veamos algunas de ellas:
- Las uvas negras son menos dulces, algo que se explica por la menor cantidad de azúcares (glucosa y fructosa). Contienen, por tanto, menos calorías, aunque la variación no es significativa.
- La cantidad de ácido fólico y potasio es superior en las uvas negras, mientras que su contenido en magnesio es algo menor.
- La piel y las semillas de la uva negra concentran las sustancias antioxidantes (taninos y polifenoles).