El pan forma parte de nuestra dieta desde hace miles de años. Pero es cierto que, en las últimas décadas, su consumo ha bajado notablemente en España.
- Según la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (ASEMAC), a principios de los años 90 el consumo de este alimento rondaba los 56 kg por persona y año en nuestro país.
- Una cifra que queda muy lejos de los 32,78 kg por persona y año que recoge el último informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con datos del 2020. El consumo, además, es mayor entre quienes tienen más de 65 años que entre los jóvenes, apuntan en el documento.
Los bocadillos pierden terreno
Teniendo en cuenta todo esto es fácil llegar a la conclusión de que, probablemente, los niños comen menos pan que hace unos años. Y, para comprobarlo, la Organización Interprofesional de Cereales Panificables y Derivados (INCERHPAN) ha encargado un estudio del que destacan lo siguiente:
- El 39% de los hogares españoles con niños de entre 6 y 12 años consume pan menos de dos veces al día.
- 4 de cada 10 padres reconocen que sus hijos comen ahora menos bocadillos. Y el motivo principal es que prefieren tomar otros productos, que no siempre son saludables.
Por qué seguir apostando por el bocata
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) aconseja tomar entre 4 y 6 raciones al día de cereales y derivados.
Para la doctora Beatriz Navia, profesora del Departamento de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), "el pan pasa a ocupar un papel fundamental a la hora de cumplir con el número de raciones/día aconsejado de estos alimentos, ya que, de acuerdo a nuestras costumbres, es fácil de incluir en la dieta varias veces al día".
Y, en los niños, tomarlo durante el desayuno y la merienda es muy recomendable.
- "Para mantener la salud, el crecimiento y un nivel adecuado de actividad física, el organismo necesita recibir una cierta cantidad de energía. Incluir pan en su dieta ayuda a que los niños y niñas tengan un buen aporte energético", subraya la experta.
No hay que olvidar que el pan, básicamente, aporta hidratos de carbono, que son la principal fuente de energía del organismo.
- Si se eligen variedades integrales, además, esta energía no se libera de golpe (como ocurre con los cereales refinados) sino que el cuerpo la aprovecha de forma gradual, lo que les ayuda a estar más concentrados y activos.
Cuánto es una ración
Aunque, como norma general, una ración de pan equivale a entre 40 y 60 gramos del alimento, dependiendo de la edad del niño puede ser algo menor.
Una rebanada de pan de barra del tamaño de un dedo equivale a unos 10 g de pan
Para calcularla de forma sencilla, la doctora Navia apunta que una rebanada de un dedo de grosor de pan de barra son aproximadamente 10 gramos.
- Teniendo en cuenta esta equivalencia, "una ración para un niño de 6 años sería un trozo de pan de unos 3 dedos, para un niño de 7 a 12 años sería de unos 4 dedos, y para un adolescente alcanzaría los 6 dedos".
- Estos 40-60 g de alimento también equivalen a entre 3 y 4 biscotes o a 2 rebanadas de pan de molde, apuntan desde la SENC.
Ideas más allá del embutido con pan
La idea de que los bocatas no son saludables muchas veces se debe al relleno que se elige. Desde INCERHPAN proponen, por ejemplo, combinar queso y aguacate, o preparar un completo bocata de pavo cocido, queso crema y lechuga.
- También hay opciones dulces muy apetitosas para los más pequeños de la casa, como un bocata de chocolate y rodajas de plátano, o una tosta de requesón, fresas y miel.
Propuestas saludables de bocadillos hay muchas. Seguro que encuentras algunas que les encantan a tus hijos y cada vez insisten menos en que les compres otro tipo de productos, mucho más calóricos y ricos en grasas saturadas o azúcares, que sí pueden acabar desequilibrando sus menús.