Una de las claves cuando te propones controlar tu peso es sentirte saciada para no pasar hambre y no picar entre horas. Por esta razón los caldos son una excelente opción. Llevan pocas calorías (siempre que los prepares con ingredientes poco grasos), son depurativos y te ayudan a limpiar el organismo. Un caldo a base de verduras y con alguna carne blanca como el pollo te llena de vitaminas y minerales por pocas calorías.
Un caldo es una receta sencilla y versátil ya que le puedes agregar muchos ingredientes y en función de los que elijas, le vas a dar propiedades extra. Hoy te proponemos un caldo casero y antiinflamatorio rico en calcio y colágeno muy que te va a resultar muy interesante.
Qué llevan los caldos antiinflamatorios ricos en calcio
Uno de los caldos más recomendados para bajar de peso es el que se elabora a base de huesos de pollo. Pero esta propuesta no solo es saciante, depurativa, diurética y antiinflamatoria. También es fuente de proteínas, un nutriente que activa el metabolismo porque requiere un mayor gasto energético para su procesamiento.
Los huesos de pollo son una de las mejores fuentes de calcio y colágeno, una proteína que forma parte de las articulaciones, los huesos y la piel, por lo que promueve la salud articular, ósea y dérmica.
¿Cómo se prepara un caldo de huesos de pollo?
Preparar un caldo de huesos de pollo es fácil. Se puede usar como base para sopas, guisos o simplemente beberlo solo. Aquí tienes una receta fácil.
Ingredientes:
- Huesos de pollo: Puedes usar huesos de pollo crudos o restos de pollo asado. También puedes incluir piezas de pollo como alas o muslos si lo deseas.
- Agua: Suficiente para cubrir los huesos y otros ingredientes.
- Verduras aromáticas: Cebolla, zanahoria y apio son comunes. También puedes agregar ajo, puerro, perejil, etc., para dar sabor.
- Hierbas y especias: Hojas de laurel, pimienta negra en grano y sal al gusto.
- Vinagre (opcional): Puedes añadir un poco de vinagre (aproximadamente 1-2 cucharadas) para ayudar a extraer los minerales de los huesos.
Preparación:
- Lava los huesos de pollo y las verduras aromáticas.
- Coloca los huesos de pollo en una olla grande y cúbrelos con agua fría. Si estás utilizando restos de pollo asado, asegúrate de que los huesos estén limpios de carne.
- Lleva el agua a ebullición a fuego alto. Cuando comience a hervir, reduce el fuego a bajo y retira cualquier espuma o impurezas que se formen en la superficie con una cuchara.
- Agrega las verduras aromáticas, hierbas, especias y el vinagre (si lo estás utilizando).
- Cocina a fuego lento durante varias horas. Cuanto más tiempo cocines, más rico y concentrado será el caldo. Puedes cocinarlo durante 4-6 horas o incluso más si lo deseas.
- Asegúrate de que el caldo no hierva en exceso y añade agua si es necesario para mantener los ingredientes cubiertos.
- Una vez que el caldo esté listo, retira los huesos y las verduras con una espumadera. Puedes desecharlos o aprovechar las verduras cocidas para otro propósito si lo prefieres.
- Pasa el caldo por un colador fino o una gasa para eliminar cualquier partícula sólida restante.
- Ajusta el sazón con sal al gusto.
Beneficios para la salud del caldo de huesos de pollo
Los huesos de pollo son ricos en nutrientes esenciales como el calcio, el fósforo, el magnesio y el colágeno, lo que le confieren beneficios para la salud si los utilizas para preparar caldo.
- Articulaciones: Los huesos de pollo contienen colágeno y gelatina, que son beneficiosos para la salud de las articulaciones.
- Mejora las digestiones: El caldo de huesos de pollo puede ser suave para el sistema digestivo y ayudar a aliviar problemas digestivos como el síndrome de intestino permeable y el síndrome del intestino irritable. También puede ayudar a mejorar la digestión en general.
- Fortalece el sistema inmunológico: El caldo de huesos de pollo contiene minerales y aminoácidos que pueden ayudar a fortalecer el sistema inmunológico, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades y mejorar la salud en general.
- Alivia el resfriado y la gripe: El caldo de huesos de pollo puede proporcionar hidratación y alivio cuando se consume caliente. Se ha dicho que ayuda a aliviar los síntomas del resfriado y la gripe, como la congestión y el dolor de garganta.
- Reduce las arrugas: El colágeno presente en los huesos de pollo puede contribuir a una piel más saludable, ayudando a mantener su elasticidad y reduciendo la aparición de arrugas.
- Salud ósea: El calcio y el fósforo en los huesos de pollo son esenciales para la salud de los huesos, lo que puede ayudar a prevenir la osteoporosis y mantener la densidad ósea.