Han aparecido un gran número de artículos que señalan los beneficios de la cerveza o el vino tinto para el organismo y la salud cardiovascular. Se ha dado mucho eco a esos estudios. Es lógico puesto que si nos gustan las bebidas alcohólicas estamos deseando oír que es bueno tomarlas.
Una cosa son los deseos y otra la realidad científica. No hay estudios que hayan avalado que el beneficio de estas bebidas sea superior a los perjuicios que supone para la salud el consumo de alcohol, incluso si es un consumo moderado. El consumo seguro de alcohol es cero.
Efectos positivos de la cerveza tras el entrenamiento
Entonces, ¿tomar una cerveza después de hacer deporte es siempre negativo? La respuesta no es sí o no, o no lo será si le preguntas a un médico a no ser que sea muy estricto.
La vida también son pequeños placeres, cosas que hacen que valga la pena. Ese momento de la cerveza pueden tener diversos aspectos positivos:
- Bienestar psicológico. Para la salud mental es importante las relaciones sociales y el momento de cerveza puede ser un acto beneficioso de reforzar lazos de afecto.
- Ayuda a las defensas. Un estudio constató que los ingredientes de la cerveza son grandes probióticos. Mejoran la microbiota intestinal y, con ello, el sistema inmunitario.
- Es antioxidante. Tiene un alto contenido de polifenoles, una sustancia química que ayudan a mantener jóvenes nuestras arterias.
Esos efectos también se dan si elegimos la cerveza sin alcohol. Por tanto, es una opción mucho mejor. Desde un punto de vista médico, a la cerveza sin alcohol no se le pueden poner reparos.
Qué efectos tiene el alcohol en el ejercicio
Si insistimos en querer tomar la cerveza con alcohol, al menos ten presente todos los posibles perjuicios que se han asociado a su consumo. Están basados en un consumo habitual de alcohol. Si es un consumo moderado se reducen. Y también hay que tener en cuenta que hay muchos tipos de cerveza, cuanta menos graduación, menos riesgos.
Los efectos que puede tener el alcohol en la actividad física:
- Reduce la resistencia. Con el alcohol disminuye la capacidad aeróbica, corremos menos, por ejemplo. No se ha visto que afecte a la capacidad anaeróbica, el de fuerza y corta duración, como hacer pesas.
- Baja la producción de testosterona. Esta hormona relacionada con el sexo masculino, también la tienen las mujeres y es importante para el rendimiento y desarrollo muscular. Por eso los atletas que beben el día antes de una prueba dan peores resultados.
- Frena la recuperación muscular. El alcohol también puede influir en que te recuperes peor después de una lesión.
- Deshidrata. Si quieres hidratarte tras el ejercicio, nada como el agua o una bebida con minerales. El alcohol provoca deshidratación. Y además la cerveza tiene lúpulo que es diurético.
¿Puedo tomar vino en lugar de cerveza?
Hay varios estudios que han atribuido al vino efectos cardiosaludables. Si le ponemos problemas a la cerveza, ¿podemos sustituirla por una copa de vino?
Vayamos por partes. Los supuestos beneficios del vino han estado puestos en duda por estudios posteriores. Todo empezó por la llamada paradoja francesa: su población consumía manteca de cerdo y mantequilla en abundancia, como en el norte de Europa. Sin embargo, tenían menos problemas cardiovasculares.
La diferencia parecía estar en el vino tinto (solo en ese, ni blanco ni espumosos). Pero no se ha podido confirmar completamente en estudios posteriores una clara relación causa-efecto.
Además, el vino tiene aún más alcohol que la cerveza, por lo que un consumo moderado implica reducir más la cantidad.
No te mortifiques por tomar una copa de vino después de correr, si es un consumo esporádico y, como demuestras, eres una persona activa que por lo demás llevas una vida saludable.
Ahora bien, tampoco te engañes. Si tomas más de dos copas de vino al día (más de una si eres mujer), y luego una cerveza, y lo de correr es la parte de tu actividad que sí es esporádica, ningún médico aplaudirá tu rutina.