Aunque durante todo el año podemos disponer de los de invernadero, es en primavera cuando este brote, tierno y sabroso, crece de forma natural.
Los espárragos son ricos en agua y fibra, lo que los hace diuréticos y saciantes.
- También aportan vitaminas como la B9, que favorece un aumento de la serotonina (conocida también como la hormona de la felicidad), o la vitamina C (que ayuda a que la piel esté más protegida).
- Contienen un ácido muy especial (el asparigínico), que estimula la producción de orina.
Para disfrutar al máximo de su textura y sabor no los cocines en exceso, tal y como te sugerimos en las siguientes recetas.