Los microplásticos del mar pasan al marisco y a la vez a los humanos que lo consumimos.
El marisco es un alimento muy completo que nos da sobre todo omega 3, unos ácidos grasos con un importante efecto protector de la salud cardiovascular. Además el marisco aporta proteínas, vitaminas y minerales.
No obstante, se ha ganado fama de ser un alimento que no se puede consumir habitualmente y sobre el que ahora penden más dudas.
Por qué puede ser perjudicial el marisco
El marisco se asocia con especies que sí hay que tomar con moderación, como la gamba y el bogavante, porque pueden ser perjudiciales si tienes niveles altos de ácido úrico o de colesterol. Otras, como las almejas, menos. Pero ahora se suma un perjuicio medioambiental.
Algunas bacterias que se adhieren a la microplásticos del Mediterráneo y que traga el marisco son tóxicas
Las microfibras son residuos procedentes de la contaminación del mar por plásticos, textiles y restos del material de pesca, como redes e hilos. Toda esta actividad humana ha hecho que nuestros mares estén muy contaminados. Por la parte que nos afecta, especialmente el Mediterráneo.
Ahora, un estudio que ha analizado estos microplásticos ha revelado además que en cada fibra que contamina el Mediterráneo viven más de 2.600 bacterias de media. Los microplásticos colonizados por las bacterias se confunden con comida y los consumen los animales marinos.
Más allá de ser perjudicial para el animal, el problema es que entre las bacterias se han encontrado especies tóxicas para las personas. En concreto el Vibrio, una bacteria que puede causar diarreas e incluso cólera.
¿Se puede comer marisco con seguridad?
“Estas microfibras pueden generar problemas de salud a estos animales y a las personas que los consumen”, admite el profesor Joaquim Rovira Solano, investigador del Centro de Tecnología Ambiental Alimentaria y Toxicológica, a la agencia SMC.
El estudio lo han realizado investigadores del laboratorio de oceanografía de la Universidad de la Sorbona (Francia). Señala que hay hasta 196 tipos de bacterias distintas y algunas peligrosas. Sin embargo, hay aspectos que no se aclaran. “Serían necesarias más investigaciones, como la viabilidad de estos microorganismos: si están vivos, si son capaces de reproducirse y en consecuencia, ser potencialmente nocivos”, añade el profesor Rovira.
Por tanto, antes de desaconsejar el consumo sería necesario aclarar estos puntos. Tampoco es igual el marisco salvaje que en piscifactoría.
No obstante, estamos en una dirección “preocupante para la salud pública. Más si estos microorganismos incorporan genes de resistencia a antibióticos, como ya han apuntado otros estudios”, añade el experto.
Los beneficios del marisco
Como el marisco es un alimento muy nutritivo, no tiene por qué perjudicar si lo tomamos con moderación. Una vez a la semana nos ayudará con los beneficios nutricionales que contiene.
- Zinc: es rico en este mineral esencial fortalece nuestras defensas y huesos. La ostra es, con diferencia, el que más zinc aporta.
- Omega 3: contiene niveles altos de este ácido graso y son numerosos los estudios que apuntan sus beneficios, con su poder antiinflamatorio y su capacidad protectora cardiovascular. Bloquea el colesterol malo en beneficio del bueno, hasta el punto de que podría alargar la vida cinco años de media.
- Yodo: aporta gran cantidad de este nutriente con efecto antioxidante, fundamental para el correcto funcionamiento de la tiroides y la prevención de infecciones.
- Calcio, fósforo y magnesio. Ayudan a la mineralización de los huesos.
- Hierro: este mineral forma parte de los glóbulos rojos, que son las células encargadas de transportar el oxígeno en la sangre. Da alimento al cuerpo y al cerebro. Su falta provoca anemia. Una ración de seis almejas ya te aporta la cantidad diaria necesaria.
Los mariscos más saludables
Los mariscos se dividen en tres grupos, que nos van a aportar nutrientes diferentes:
- Crustáceos: en este grupo entran los cangrejos, gambas, cigalas o langostinos.
- Moluscos: es el marisco con concha, incluyen las almejas, mejillones y ostras.
- Octópodos: grupo en el que entraría el pulpo y el calamar.
Son los moluscos los que tienen más nutrientes beneficiosos y menos cantidad de colesterol en comparación con los crustáceos. La almeja es el que menos colesterol aporta, seguido por la ostra.
Si tienes que elegir un crustáceo, el cangrejo de mar es el que menos colesterol y más omega 3 tiene. La gamba, pese a su popularidad, es el de más colesterol.
El bogavante es una buena opción si lo que te preocupa es tu peso, pues es el que aporta menos calorías. Pero no olvides que tiene bastante colesterol y es rico en sodio, que sube la tensión.
Entre los octópodos, el pulpo es el que menos colesterol tiene y el calamar el que más. La sepia estaría entre uno y otro.