Lo que comes puede marcar tu personalidad

Sentirnos constantemente fatigados, tristes o desanimados estaría más relacionado con nuestras bacterias intestinales que con la falta de energía. Un estudio ha identificado que los distintos tipos de bacterias se asocian con unos rasgos de personalidad concretos.

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Lo que comes puede ayudar a moldear tu personalidad
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El conjunto de la microbiota intestinal está relacionado con tener más energía o fatiga mental o física.

Soledad López
Soledad López

Periodista especializada en salud

El dicho "eres lo que comes" es más literal de lo que imaginamos. La ciencia ha demostrado que las distintas bacterias y metabolitos intestinales, y que lógicamente están condicionados por lo que comemos, se asocian a rasgos de personalidad.

Microbioma y estado de ánimo

Un equipo de investigadores de varias universidades estadounidenses han estudiado la relación entre la energía mental, la fatiga mental, la energía física, la fatiga física y el microbioma intestinal.

  • El microbioma intestinal se entiende como el conjunto bacterias y metabolitos (metaboloma) que habitan el intestino. Los metabolitos son moléculas entre las que se incluyen ácidos grasos, aminoácidos, azúcares y vitaminas, por nombrar algunos.

Y han descubierto que las bacterias y el metaboloma asociados al metabolismo están relacionadas con la energía mental o física; mientras que las bacterias asociadas con la inflamación se relacionan con la fatiga mental o física.

"Lo que comes determina las bacterias y el microbioma en tu intestino", señala Ali Boolani, profesor de la Universidad de Clarkson y autor principal del estudio. "Con este estudio, hemos establecido un vínculo entre el microbioma de una persona y su estado de ánimo". Unas determinadas bacterias se relacionarían con un carácter más vitalista, mientras que otras se asocian a actitudes más apáticas.

Fatiga no es siempre falta de energía

Todos sabemos lo que provoca la fatiga: reduce el rendimiento laboral y escolar y puede atribuirse a muchas enfermedades y trastornos, pero en realidad es un problema poco conocido, señalan los autores del estudio.

Cuando alguien dice que está fatigado, la mayoría de las veces se atribuye a la falta de energía. Sin embargo, la evidencia más reciente ha demostrado que la fatiga y la falta de energía no están tan conectados como se ha creído siempre.

La fatiga y la energía son estados de ánimo distintos, no necesariamente opuestos entre sí, apuntan los investigadores.

Y un área que se ha demostrado que contribuye a la fatiga es la nutrición, o la falta de ella. La comida es la mayor fuente de energía para las personas y una dieta saludable puede ayudar a combatir algunos de los peligros asociados con la fatiga. Sin embargo, no es el único factor.

Detalles del estudio

El equipo de investigación partió de un estudio que había analizado el microbioma intestinal de un grupo de personas.

Los participantes completaron una breve encuesta que se utilizó para identificar posibles correlaciones entre la microbiota intestinal y la energía y la fatiga mental y física.

Descubrieron que los cuatro rasgos (energía mental, fatiga mental, energía física y fatiga física) tienen perfiles de bacterias intestinales únicos, pero superpuestos, lo que sugiere la necesidad de explorar más a fondo el papel de la microbiota intestinal para comprender las sensaciones de energía y fatiga de larga duración.

"Sabemos que la energía y la fatiga pueden verse influenciadas por muchas cosas, como lo que se come, la actividad física, el sueño, las enfermedades crónicas o los medicamentos que se toman para estas afecciones", afirma Matthew Lee Smith, profesor del Departamento de Salud Ambiental de la Universidad de Texas y también autor del estudio.

"Comprender cómo la nutrición y la desnutrición están relacionadas con la energía y la fatiga es importante porque la fatiga crónica y la falta de energía pueden disminuir la salud y la calidad de vida, en especial de las personas mayores que viven con enfermedades crónicas", aclara.

cuidAR LA ALIMENTACIÓN MEJORA EL ÁNIMO

En estudio tiene una lectura muy práctica. Si lo que comemos determina en gran medida nuestro ánimo, cuidar nuestra alimentación ayudará a mejorarlo y a evitar trastornos como la depresión.

Mejorar la composición de las bacterias intestinales también podría ser otro enfoque para tratar la fatiga crónica, una alteración de origen poco claro y difícil tratamiento ya que se atribuye al estrés, infecciones virales...

Actualmente no existe curación para esta enfermedad y los medicamentos que se prescriben están dirigidos a tratar los síntomas asociados como la depresión, los mareos o el dolor. Cuidar el sueño y hacer ejercicio también forman parte del plan para controlar la enfermedad.