Las dietas ricas en proteínas están de moda. La idea de que "funcionan" está muy extendida y es que realmente consiguen una pérdida de peso en quien las sigue.
El problema, tal y como alerta la nutricionista Sonia Ruiz, del Centro Médico Teknon y de la Clínica Mi Tres Torres de Barcelona, es que la mayoría de sus seguidores desconoce los riegos que suponen para la salud.
Antes de entrar al detalle sobre cómo pueden afectarte, Sonia Ruiz aclara que "es importante distinguir entre las dietas hiperproteicas desequilibradas que se hacen por cuenta propia y sin ningún tipo de seguimiento profesional (suelen ser las dietas "populares" de adelgazamiento), y por otra parte las dietas ligeramente hiperproteicas aconsejadas por un experto porque hay una mayor necesidad de este nutriente (en caso de enfermedad oncológica o viral, tras una intervención quirúrgica o en alguna etapa específica de un deportista)".
Antes de empezar cualquier dieta se debería consultar con un médico
Por eso, en caso de que se opte por un régimen de este tipo, se aconseja hacerlo bajo control médico, realizando analíticas para hacer un seguimiento y con los suplementos nutritivos necesarios que ayuden a compensar las posibles deficiencias nutricionales.
Cómo son las dietas ricas en proteínas
La cantidad de proteína que se recomienda en una dieta hiperproteica oscila entre 1,3 y 2 g de proteína por kg de peso corporal al día, cuando lo saludable para la población general se sitúa entorno a 0,8 g de proteína por kg de peso corporal, siempre que sean proteínas de alto valor biológico.
Además, en estos regímenes se sugiere no tomar más de 20 a 60 g de hidratos de carbono diarios, lo cual es muy poco, ya que generalmente solemos ingerir entre 250 y 300 g diarios. Así, en este tipo de dietas:
- Un 70-75% de las calorías proceden de grasas (ten en cuenta que la proteína de origen animal, que es la más habitual en estas dietas, es rica en grasa).
- Un 20-25% de las calorías son proteínas.
- Y solo un 5-10% proceden de los carbohidratos.
Este tipo de alimentación tiene varios efectos que parecen positivos cuando lo que quieres es perder kilos:
- Se reduce la sensación de hambre. Las proteínas inhiben los receptores que nos hacen tener apetito, así no pasas hambre entre horas con lo que comes menos.
- Aumenta el gasto calórico en reposo porque el cuerpo tiene que quemar más energía para metabolizar las proteínas. Para metabolizar los diferentes nutrientes el cuerpo gasta energía, gasta calorías: si para metabolizar los hidratos utiliza de un 10 a un 15% de energía, para las proteínas usa de un 25 a un 35%.
- Aumenta la masa muscular, y esto también ayuda a que quemes grasa.
los riesgos para la salud
Cuando sigues una dieta rica en proteínas y pobre en hidratos de carbono se produce una situación llamada cetosis similar a la que ocurre cuando hay un ayuno prolongado.
- Tu cuerpo para funcionar necesita combustible y al no encontrar hidratos de carbono (su fuente principal de energía) empieza a quemar la grasa, empezando el proceso de cetosis (y la pérdida de peso).
- En la cetosis el cuerpo genera una gran cantidad de ácidos, principalmente en forma de fosfatos y sulfatos.
Un exceso de proteínas eleva los ácidos en el organismo
No obstante, la cetosis y el exceso de proteínas conlleva una serie de efectos negativos para la salud que pueden ser más o menos graves:
- Sensación de náuseas, pérdida de apetito, halitosis, cefalea, mareos e insomnio.
- El estreñimiento es otro de de los problemas más frecuentes. Para evitarlo, es importante un buen suplemento de fibra (que te debe recomendar un especialista) y una abundante ingesta de líquidos.
- Se sobrecarga el riñón debido a que los productos derivados del metabolismo proteico se eliminan por vía renal. Por este motivo, es importante el aporte de líquidos para minimizar esta sobrecarga. Este tipo de dietas no son nada recomendables en personas con enfermedades renales o con problemas hepáticos.
Las personas con problemas de riñón o hígado no deben seguir este tipo de dietas
- Otro de los efectos producidos por el catabolismo de las proteínas es el incremento de ácido úrico y los consecuentes ataques de gota o problemas de cálculos renales.
Por otra parte, en este tipo de dieta hay un bajo contenido en frutas y hortalizas que son fundamentales en toda alimentación equilibrada y que puede provocar importantes desajustes metabólicos si hay carencias.
Además, no solo es importante no abusar de las proteínas, sino que también hay que tener en consideración su procedencia: un reciente estudio relaciona el consumo excesivo de carnes rojas con una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares y de diabetes tipo 2, así como un mayor riesgo de desarrollar cáncer de colon, esófago y estómago.