Setas con todos sus NUTRIENTES
Para que ese tesoro de la naturaleza llegue prácticamente intacto a tu mesa...
- Al comprarlas fíjate en el pie: cuanto más íntegro, mejor estará la seta. Y comprueba que su color no está "apagado"; las setas se oscurecen con los días.
- En casa, ponlas en una bandeja sin apilar y tápalas con un trapo. Es importante separar cuanto antes los que estén estropeados.
- Antes de cocinarlas, límpialas con un baño rápido (si tienen mucha tierra) o con un trapo húmedo o un cepillo (si tienen poca). Recuerda, las setas son un producto delicado que pide cocciones cortas para no perder su sabor y acabar confundiéndose con el resto de ingredientes.
Setas Silvestres... o no
Algunas las tienes siempre a mano porque, al ser de cultivo, están disponibles todo el año. Antes de darte ideas para las especies silvestres, no podíamos dejar de hablarte de estas dos:
- Gírgola. También llamada seta de cardo, es ideal para revueltos o guarniciones a la plancha.
- Portobello. Este champiñón de tonalidades canela y textura firme es ideal para saltear perfumado con ajo y jerez... ¡o hacerlo relleno al horno! Se puede comer crudo, laminado fino en ensaladas y en carpaccios con calabacín.
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