Qué debe incluir una dieta contra la diarrea

¿Cuál es tu opinión sobre las dietas astringentes? ¿Es cierto que pueden causar un efecto rebote?

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Marta Verona
Marta Verona

Nutricionista y cocinera

Estas dietas son nuestra mano derecha tras pasar una gastroenteritis. Que no te suene raro este concepto de “dieta astringente”, todos las hemos seguido alguna vez cuando hemos tenido colitis y problemas estomacales porque un virus, una bacteria, una alergia o una intolerancia ha llamado a la puerta y nos ha mantenido unos días fuera de circulación.

Cuando sufrimos una gastroenteritis, nuestro cuerpo no tiene tiempo de asimilar todos los nutrientes que le aportan los alimentos que ingerimos. Y no solo eso, perdemos agua y muchos minerales, por lo que corremos el riesgo de deshidratarnos.

Los protagonistas de los menús de la dieta blanda o dieta astringente son el arroz blanco hervido, la patata cocida, la pechuga de pollo a la plancha... La característica principal es que son dietas suaves, que nos permiten volver a entonar nuestro aparato digestivo progresivamente.

Con este tipo de dieta ayudamos a nuestro cuerpo a recuperar líquidos y nutrientes, y a reforzar nuestra flora intestinal, tan dañada por la gastroenteritis y cuya función para el sistema inmunológico es crucial.

Su función es reducir las deposiciones e incrementar la absorción de nutrientes y, para ello, es importante tomar los siguientes grupos de alimentos. Tenlos muy en cuenta si te ves en esta situación:

  • Alimentos que sean fuente de fibra soluble. La fibra soluble (o sociable, como yo la llamo) se detiene a saludar a todas las bacterias intestinales, fermentando y retrasando el vaciado gástrico. Y eso es algo fundamental cuando queremos evitar ir mucho al baño. Además, esta fibra sirve de alimento para nuestras bacterias intestinales (o flora intestinal) y ayuda a reforzarla. En este grupo de alimentos, destacan frutas como la manzana y cereales como el arroz.
  • Alimentos probióticos. No solo vale con alimentar con fibra a las bacterias colónicas, también es importante incorporar más vecinos o bacterias a la comunidad. Los probióticos son alimentos fermentados que contienen microorganismos vivos. El yogur es el probiótico por antonomasia. También lo son el kéfir, el chucrut, las aceitunas, el miso...
  • Alimentos fáciles de digerir y cargados de energía. Son los que ayudarán a nuestro cuerpo a recuperar la fuerza perdida. Un buen ejemplo son las patatas cocidas. El yogur también forma parte de este grupo porque es un lácteo de fácil digestión.
  • Bebidas isotónicas. Conviene ir con ojo con este grupo de bebidas. Algunas de ellas son hipertónicas, es decir, que pueden tener el efecto contrario y, en vez de recuperar líquidos ¡los perderemos! Por ello, aléjate de los refrescos industriales y compra suero en la farmacia o prepárate ricas infusiones con frutas.

El efecto rebote que sufrimos en este tipo de dietas, no se produce por la dieta como tal, sino por el periodo de ayuno que hemos sufrido en los días de malestar y gastroenteritis. Por eso no debes preocuparte. Además, tampoco subiremos de peso de golpe como sí sucede después de seguir una dieta estricta y dilatada en el tiempo. Simplemente recuperaremos el peso perdido, además de los maravillosos y necesarios nutrientes, tras la descomposición.