Tenemos nueva moda alimentaria: el pan proteico. Seguro que os suena este producto que se ha hecho popular en redes sociales formando parte de los desayunos de muchas celebrities.
Pero para entender qué es el pan proteico, primero hay que saber con qué está hecho el pan. La fórmula es sencilla: harina, agua, sal y un ingrediente vivo, la levadura o masa madre.
El pan “normal”, el de toda la vida, tiene un 9 % de proteínas y un 50 % de hidratos de carbono; en cambio, el pan proteico puede alcanzar hasta un 25 % de proteínas y los carbohidratos bajar hasta alrededor de un 10 %.
¿Cómo consiguen cambiar estos porcentajes de macronutrientes? Cambiando los ingredientes.
- Se añade proteína de origen vegetal y animal en forma de mezclas de semillas y sueros, sustituyendo parte de la harina y del agua de la "fórmula" tradicional.
Por su composición se asocia al adelgazamiento, aunque esa es una visión parcial. Las semillas no solo son proteína, también son grasas saludables. Por ello, se incrementa la cantidad proteica del pan, pero también su contenido en grasa y en kilocalorías.
Es cierto, sin embargo, que la fibra, la grasa y la proteína de las semillas hacen que sea más saciante que el pan común, y eso es estupendo para moderar su consumo y evitar picar entre horas.
A no ser que tengas una patología de tipo renal, o que el consumo de proteínas en tu dieta ya sea muy elevado, algo que deberías trabajar con un especialista, no hay contraindicaciones para consumir pan proteico.
Incluso para personas veganas y vegetarianas,deportistas u otros grupos de población que necesitan aumentar el consumo de proteínas es su dieta, el pan proteico es una buena herramienta nutricional.
Pero, recuerda, el pan proteico no es una píldora milagrosa para adelgazar. Solo un recurso nutricional para aumentar las proteínas en tu dieta. Proteína que, por cierto, puedes encontrar en otros alimentos de forma mucho más económica: en las legumbres, por ejemplo.